Soulmates

Sola. Esa fue la unica palabra que logró penetrar mi caparazón.



miércoles, 10 de febrero de 2010

7.1 Como lo hiciste?

Dejándome por primera vez en sus brazos...

Abrí los ojos lentamente, recobrando la noción de donde estaba. La esencia de Lucas me cubría, me embriagaba de una forma en la que no me hubiera molestado estar toda mi vida. Recordé como era el y me alejé bruscamente.

-¿Qué pasa?- preguntó con una nota de tristeza en la voz.

-Debo irme.- respondí para dirigirme a la salida de la escuela. Ya todos comenzaban a salir de la cafetería y de sus salones, con la felicidad y la euforia de terminar la semana. El mejor día de la semana: viernes.

Caminé rápidamente a mi auto, pero podía oír los pasos de Lucas a mi espalda, siguiéndome. Estaba segura que quería hablar conmigo, pero no se lo permitiría. Más tarde, en la noche, me arrepentiría de no haberlo escuchado, pero estaba molesta con todos, sobre todo con el, por hacerme sentir eso, sin dejarme con la posibilidad de una escapatoria. Me tomó del brazo y me hizo girarme hacia el, golpeándome contra su pecho, tan cerca que me quitó el aliento.

-¿Qué hice que te molestó tanto?- preguntó con la mirada triste.

El viento jugaba con mi cabello, enviándolo directamente a mi rostro, mientras yo lo mandaba detrás de mi oreja como podía. Un mechón rebelde de mi cabello se quedó en mi rostro, pero lo ignoré para seguir encarando a Lucas. Acercó su mano lentamente a mi rostro y quitó el mechón delicadamente de mi rostro. Bajé la mirada y mis mejillas ardieron. Levantó mi barbilla para que lo viera a los ojos.

-No he hecho nada, Destiny.- dijo buscando mi mirada.

-¿Te parece que no?- la verdad, no se que me había hecho; así que no tenía sentido enojarme con el, o al menos eso me decía una vocecita en mi cabeza.

-No.- respondió con un brillo en sus verdes hermosos ojos.

-¿Sabías que opino que Craig tenía razón? Es cierto, no sería ni la primera ni la última en tu lista de conquistas.- me miró con ojos incrédulos, mientras yo escondía la mirada.

-Dest… Yo… Nunca te haría eso.- dijo con voz baja, can la mirada pidiéndome que le creyera.

-¿Y Megan qué? Es tu novia, ¿no?- dije un poco molesta. Molesta conmigo misma por que no estaba enojada con el, sino conmigo misma por que sentía que mi estómago daba un vuelco cada que recordaba que eran novios.

-Megan no es mi novia.- dijo desconcertado. Hice ademán con la mano de que callara y me di media vuelta. Caminé a la mitad de la calle antes de que me volviera a detener.

De pronto, una imagen volvió pasar por mi mente. Empujé fuertemente a Lucas hacia la banqueta, donde caímos en el pasto, yo sobre el y vimos pasar un auto a toda velocidad escasos milésimos de segundo después de habernos movido.

-¿Cómo hiciste eso?- preguntó con los ojos como platos.- ¿Cómo supiste?

-Yo… Yo… No lo sé…- dije antes de caer inconciente sobre su pecho, más cansada que la primera vez que ese tipo de imágenes pasaron por mi mente…




Abrí los ojos. Estaba en mi cama, en mi cuarto. Intenté incorporarme, pero la cabeza me dolía mucho. Me tallé los ojos para aclarar mi vista, Y vi a Lucas dormido junto a mí. Dormido se veía muy tranquilo, muy tierno, muy hermoso.

-Dest…- dijo con un hilo de voz.

-¿Si?- pregunté. Pero no obtuve respuesta. Lo miré bien y seguía dormido. ¿Acababa de llamarme en sueños? Quería saber que hacía aquí, pero no quería despertarlo.

Después de un rato, abrió los ojos lentamente. Pegó un brinco y se calló de la cama. Comencé a reírme, pero me fulminó con la mirada.

-¿Qué pasó?- dije ya que pude controlar mi risa.

-Eso mismo te iba a preguntar.- comencé a pensar que hacía en mi habitación, acostado en mi cama junto a mi.- Te preguntarás por que estoy aquí, ¿Cierto?- asentí con la cabeza y siguió hablando.- Después de lo que paso con el auto, que gracias a ti no nos arroyó, te desmayaste. Pedí tu dirección en la oficina y me ofrecí a traerte. Toqué la puerta y nadie abrió, así que busqué en tu bolsa las llaves, abrí, te metí y te traje a tu cama.

-Eh… Gracias.- Traté de no pensar mal de el. El me cuida. Pensé con cierto regocijo.
-Ahora sí. Puedes explicarme que pasó, Dest, por que sinceramente, si me dices que no sabes como hiciste para saber que venía el auto y cuando movernos exactamente, no te voy a creer…- Dijo sentándose en la cama, mirándome fijamente mientras aclaraba mi garganta pensando en un explicación lógica para lo que había pasado…

2 comentarios:

  1. hace rato trato de comentar y no me deja¬¬
    quiero qe vaya a el club nocturno!!!!
    tenes un premio en mi blog no se si lo viste
    :)
    bueno besoooooooooooooos!

    ResponderEliminar
  2. muy bonito este capitulo ;)

    ResponderEliminar