Soulmates

Sola. Esa fue la unica palabra que logró penetrar mi caparazón.



martes, 25 de mayo de 2010

36.1 Castigos

-¿DÓNDE DEMONIOS ESTABAS, Destiny BOUDELAIR?-gritó toda mi familia a coro.

Me quedé plantada en el suelo, tratando de averiguar quien de todos se había atrevido a golpearme de aquella forma y por qué. Lucas me tendió una mano para ayudarme a levantarme y la tomé vacilando. Yo tenía muy claro que el que él se quedara solo agravaría la situación, y lo comprobé cuando me lanzó detrás de el y gruñó.

-N-no le vuelvas a hacer algo así…-escupió Lucas entre dientes, la mandíbula tan tensa y apretada que me daba la impresión de que le estaba doliendo más de lo que aparentaba.

-¿Y quién me lo va a impedir?-retó Ever en la misma posición que mi novio.

-Lucas… no es necesario todo esto. Deberías irte.-chillé pero todos ignoraron mis palabras, tan tensos y enojados que un remolino de emociones me inundó y mareó de una marea que nunca me había pasado.

-¿No te de vergüenza?- retó Damen, lanzando a mi prima detrás de el para protegerla de una posible pelea.- ¿No te da ni un poco de remordimiento haber jugado con los sentimientos de Dest y luego volver como si nada? ¿Recuerdas todo tu historial de conquistas, Lucas?

Sentí algo arder dentro de mi pecho, algo doloroso que me llenó de coraje y un sentimiento de soledad. Lucas apretó las manos en puños y sus músculos se tensaron, por lo que pensé que tal vez estaba listo para empezar a pelear con Damen. Miré a mi prima por el rabillo del ojo y vislumbré su expresión igual de impaciente y desesperada que la mía.

Una mirada a los ojos de Ever y ambas nos interpusimos entre ellos dos, ignorando los jalones y las protestas que ambos soltaban al detener su preciosa pelea.

-Lucas… vete.- le rogué. Todos me dirigieron una mirada escéptica que a los pocos segundos fue sustituida por la misma cólera que la había precedido.

-Debes estar bromeando.- gruñó. Tomé sus manos y entrelacé nuestros dedos, dándoles un ligero apretón, lo que ayudo a que se calmara un poco. Solo un poco. Uní nuestras frentes y nos miramos a los ojos un instante, sosteniendo la mirada casi como si de eso dependieran nuestras vidas. Nuestras narices rozaban y no pudimos evitar sonreír a pesar de los problemas en los que estábamos metidos.

-Solo me meterás en más problemas.- dije suavemente, reacia a usar algún tipo de magia para mostrar lo que estaba pensando. Lo besé rápidamente, pero el contacto de nuestros labios nos dejó a los 2 sin aire durante un momento.- Nos vemos pronto. Te quiero.

-Yo también.- me respondió dulcemente. Mis primos gruñeron y ahí fue cuando supe que era hora de, temporalmente, despedirnos.

Me arrastraron dentro de la casa, jalándome del brazo hasta donde estaban mis padres. Mi mamá estaba sentada con los brazos cruzados y los labios presionados en uno de los viejos sillones que tanto le gustaban. Su expresión estaba crispada por el enojo, lo que en mi opinión le hacía parecer mucho mayor de lo que casualmente aparenta.

Mi papá me miró como si fuera una delincuente y con un ligero movimiento de mano salí disparada hasta un sillón, quedando de frente a todos. Suspiré pesadamente y cerré los ojos, cubriendo mi rostro con mis manos y lista para empezar con la tortura.

Sabía que estaba mal lo que había hecho; me fui al baile el sábado por la noche y hoy era miércoles y no me había reportado para nada. Fue un poco irresponsable considerando mi actual situación, pero también ellos estaban sobre actuando. Digo, no estaba sola, estaba con Lucas el cual había prometido que me iba a cuidar y el cual también estaba haciendo un excelente trabajo. Por lo que a mi punto de vista eran buenos puntos a nuestro favor, ¿no?

Y según él, el viaje a California no había sido solamente de diversión, aunque haya sido lo único que hicimos, sino por que estar tan cerca del lugar donde había sido el último ataque era un tanto peligroso, y yo opinaba lo mismo.

-¿Y bien?- preguntó mi mamá tajante.- ¿Tienes algo que decir a tu favor, Destiny?

Me empecé a mecer de un lado a otro, sopesando las posibilidades de contar lo que realmente había sucedido, pero a como estaban las cosas, no me aseguraba nada. Sonreí de una forma que hasta a mi me pareció falsa y dije:

-En lo personal, no hice nada malo. Solo hice lo que una adolescente hace normalmente. Se divierte. Sale. Se escapa 3 días con su novio a California. No se reporta. ¿Ven? Cosas normales.- dije inocentemente, todos pusieron los ojos en blanco y pude ver como reprimían con todas sus fuerzas las carcajadas que luchaban por salir.

-El problema aquí, es que tu NO eres una adolescente normal.- explicó mi padre, con el mismo tono de voz severo de mi mamá, que estaba a punto de quebrase por su sentido del humor.

Damen se mantuvo en el umbral de la puerta, con los brazos cruzados y huyendo de mi mirada, como si el solo considerar verme fuera algo desagradable. Lamentablemente, no se podía decir lo mismo de mi prima, que estaba sentada junto a mis padres y me fulminaba con la mirada.

-¿Tiene algo de malo intentar volver a serlo?- dije retándolos y elevando mis manos en el aire en señal de desesperación.- Además ustedes han dicho que pedir perdón es mejor que pedir permiso.

Ever no pudo contener la risa y mordió sus labios para reprimirla. Me encantaba la forma en la que mi prima se veía al reír. Su rostro se iluminaba de una manera que la hacía ver como ángel cuando en momentos de preocupación y enojo era todo lo contrario.

Tenía claro que era mi familia, y que solo querían lo mejor para mí, pero también me hacían sentir como si yo no perteneciera con ellos. Mis manos empezaron a sudar y me sentí sofocada. Me imaginé como en la televisión cuando los detectives interrogan a un sospechoso, solo que yo aquí era la pobre, inocente y atolondrada interrogada mientras todos eran los detectives.

-Me recuerdan a La Ley y el Orden UVE. Ever puede ser la detective Benson y tu papá puedes ser el detective Stabler.- bromeé, y solo sonreí descaradamente cuando mi mamá rió por lo bajo.- Aquí es donde dicen: “Tiene derecho a permanecer callado. Todo lo que diga podrá ser usado en su contra. Tiene derecho a un abogado. Si no puede pagarlo nosotros le proporcionaremos uno”- dije imitando mi mejor voz de detective. En esa ocasión, hasta Damen rió de mi intento de chiste.

-Pues aquí la Srita. Boudelair no tiene derecho a ningún abogado. Se le han encontrado suficientes pruebas como para imponer inmediatamente su castigo.- intervino Damen, golpeando la pared como un verdadero juez.

-El juez tiene toda la razón.- rió mi papá, con un mejor humor.

-¡Los demandaré con Servicios Sociales!- les grité. Rieron con sorna e hicieron ademán de no importarles mi comentario.- ¡Les diré que me golpean y me obligan a comer bichos raros como Ever!

-Adelante. Así ya no tendremos que hacernos cargo de ti.- se burló mi mamá.- Es más, hasta les pagaríamos por que te llevaran. ¿Se imaginan lo felices que estaríamos si Destiny se fuera de la casa?

Todos miraron al vació, imaginando las posibilidades, mientras sentía un pequeño dolor en lo más profundo de mi corazón. Suspiraron con felicidad e hice pucheros.

-Tal vez los aliens si me quieran.- dije con voz de niña pequeña.- Ellos me adoptarán y seré su nueva reina.

-Ok. Pero antes te abrirán el estómago, te sacarán los intestinos y te harán comerlos junto a ellos. Después, te abrirán la cabeza y te sacarán lo poco de cerebro que te queda. Y si tienes suerte, podrás ir al baño tu sola.- bromeó Ever.

La miré con los ojos abiertos de par en par y mi orgullo herido. Una parte de mi sabía que solo bromeaban, cruelmente, pero bromeaban, mientras la otra me decía que era enserio.

-No nos distraigas del tema.- se quejó repentinamente mi “dulce” madre.- ¿Por qué no avisaste?

-Yo… Lucas me dijo que…- balbuceé torpemente antes de ser interrumpida por mi papá.

-Con que eso era. Lucas Russo te ha prohibido llamarnos.- dijo mi papá, revelando ese viejo acento Inglés que rara vez alguno de ellos mostraba.

-¡No es eso!- chillé exasperada.- El no me prohibió nada.

-¿A No? Entonces explícanos que realmente no estamos comprendiendo.- Exigió mi prima nuevamente molesta al igual que todos.- Dest, tú no eras así. No nos ocultabas las cosas. No te ibas fuera del estado sin avisar. ¿Qué te pasó?

-¡Crecí! ¿Por qué ustedes si pueden hacer eso y yo no?- demandé saber. Todos se miraron indecisos de que contestar.

-Dest, nosotros ya conocemos el mundo. Llevamos varios siglos en el. Tu apenas tienes 16 años, no sabes nada de lo que te puede pasar.- dijo Damen.

-¡Ya déjate de rodeos! ¡Díganme de una vez que creen que soy una estúpida que no sabe manejar nada!- les grité.

-3 meses.- dictó mi papá.

-¿Qué? ¿De qué estás hablando?- pregunté confundida.

-No podrás salir, ver a Lucas ni conducir tu auto por 3 meses.- aclaró mi mamá. Grité del coraje y todos me miraron molestos.- Y es definitivo. No hay negociaciones.

-¿Quién me lo va a impedir?- reté.

-Ya lo veremos…- respondió Ever.

Salí corriendo a las escaleras, moviendo las manos de un lado a otro, haciendo que las cosas en la sala volaran de un lado a otro estrellándose con la pared. Oí todos los gritos y regaños de los presentes, pero me tenían sin cuidado.

Ahora sí, empieza el juego.

Corrí a mi cuarto y cerré la puerta con candado, para evitar que alguien más entrara. Miré el reloj y eran apenas las 8.30pm del 3 de diciembre, por lo que al día siguiente sería tiempo de ir a la escuela. Me quité la blusa y el short, me puse la bata y cuando estaba dirigiéndome al baño para tomar una ducha, lo vi.

Estaba en mi muñeca y tenía un poco de brillo. Un tatuaje de una media luna y un sol, en el centro de una estrella en un círculo con un patrón algo intrincado en la orilla. Me quedé embobada viéndolo un instante, por lo bello y complejo del diseño. No recordaba haberme hecho nada como esto. Tendría que esperar hasta mañana para hablar con Lucas y contarle lo que estaba pasando.

-¿Problemas, Su Majestad?- llamó alguien a mi espalda, en tono burlón. Solo senti como mi cuerpo se entumecia y mis piernas flaqueaban...



---------------------

Perdon! Ya se qe me tarde mucho, pero andaba con eso de sacar las fichas para la prepa, proyectos y lo mas importantee...8-)
EL MIERCOLES ES MI CUMPLEEE! :D
yo se muy bn qe habia prometido pubblicar varios caps, pero juro qe no he tenido tiempo. Tmbn se qe este no ha sido mi mejor capitulo, pero nada se me ocurreD;
Juro qe las compensareee pubblicando varios y pronto:$ no se ustedes, pero me muero x terminar esta historiaaXD
perdon:( [otra vezD;]
ilyyy♥


pdd.. el cumplee de Lucas♥ fue cambiado al 19 de diciembree..(:

martes, 18 de mayo de 2010

35.1 Amigas

Lucas POV

-¿Es enserio?- le pregunté enarcando una ceja. Íbamos caminando por la playa, tomados de la mano comiendo un helado, mientras el cálido, y casi inexistente, aire de California nos revolvía el cabello.

-Mmm… Si.- dijo Dest con una sonrisa traviesa en los labios.- Yo soñaba con ser una princesa como las de Disney, pero crecí y un día Damen bromeó sobre que yo era muy fea y desde entonces mi sueño se acabó.

-Pues es un mentiroso de lo más grande. Tú eres más que hermosa.- le respondí mientras me sonrojaba. Soltó una suave risita, como campanillas en el aire y siguió comiendo.

Después del incidente de hacía rato, el de despertarse gritando sobre que alguien la seguía, le propuse que nos cambiáramos y saliéramos a caminar aquí, a la playa. Fuimos por un helado y ahora platicábamos sobre cualquier cosa. Yo había estado muchas veces en California, pero nunca me había gustado tanto como esta vez. Todo el tiempo, cada minuto que pasaba era mucho mejor que el anterior aquí con Dest.

Nos detuvimos y ella le dio la espalda al mar y al sol, logrando un efecto precioso en ella. Me sonrió y cuando estaba a punto dar otro bocado a mi helado, ella lo levantó más de lo necesario con la mano y toda mi nariz, boca y mejillas quedaron llenas de nieve. Ella se echó a correr por la orilla de la playa mientras reía como niña pequeña. Desgraciadamente, tenía que correr “Normal” por que todavía había mucha gente viéndonos.

-¡Atrápame si puedes, anciano!- gritó, pero sus palabras apenas se podían diferenciar pues eran ahogadas por sus risas.

Comencé a correr detrás de ella, pero ya me llevaba ventaja. Corrimos un buen rato, mojándonos los pies mientras reíamos y la gente nos miraba con cara de “¿Y a estos que les pasa?” o con expresiones divertidas. Logré acelerar un poco más el paso y al los pocos segundos logré alcanzarla.

-¡Te tengo!- le grité ya que la tenía abrazada por la cintura. Ella reía y forcejeaba para que la soltara, pero la levanté del suelo y corrí hasta la el mar.

-¡Lucas! ¡No! ¡Ni lo pienses!- me gritaba una y otra vez, pero fue en vano, me introduje lo suficiente en el agua como para mojarme los shorts por completo hasta casi la cintura.

En un descuido, me tropecé, pero logré girarme y caer sobre mi espalda para evitar que ella se golpeara. Salimos del agua y el cabello y toda la ropa le escurría por completo. Ella comenzó a escupir agua y a limpiarse la cara, intentando quitarse el agua salada del rostro.

La rodeé en un abrazo de oso y volví a sumergirnos debajo del agua. Cuando salimos, la volví a levantar en brazos y ella rodeó mi cuello con sus brazos para besarme. Sus labios parecían amoldarse perfectamente y moverse al compás de los míos. Nunca pensé que llegaría a tener o a merecerme a alguien tan buena como ella.

Comenzamos a girar, hasta que una ola llegó y me hizo perder nuevamente el equilibrio.

-Eres un tonto.- rió ella cuando se levantó. Me abrazó y se presionó firmemente contra mí.- Pero eres MI tonto y de nadie más.

-Claro que si.- le respondí, hundiendo mis dedos en su cabello.

-¡Te quiero! ¡Te quiero! ¡TE QUIERO!- gritó. Levantó la mirada y pude ver como sus ojos brillaron al verme. En ese momento, cuando sus labios chocaron con los míos, y sus manos se cerraron detrás de mi espalda desnuda, mis antiguas sospechas se concretaron; estaba estúpida, completa e irremediablemente enamorado de ella.




Dest’s POV


-Te quiero.- susurré una vez más en su oído, tal vez, después de todo, puede que si estuviera enamorada de él.- Salgamos de aquí, ya está anocheciendo.

-Tienes razón.- respondió rozando sus labios en mi cuello. Solo sonreí y me subí a su espalda, mientras el me sostenía de las piernas y evitaba que me cayera.

Cuando salimos, seguimos caminando un rato, hasta que comencé a sentir que alguien tenía su mirada clavada en mi. Me giré y vi a una chica de cabello castaño y ojos grises. Katherine.

Iba vestida con un bikini rosa rojizo, remarcando su escultural cuerpo, y un pareo cubriendo la parte de abajo. A su lado, tomado de la mano, iba un chico de piel morena y ojos cafés, más guapo de lo que nunca me pude haber imaginado, igual de alto que Lucas, solo que más corpulento. Obviamente nunca sería más guapo que mi novio.
-¿Qué los trae por aquí?- nos preguntó entusiasmada, con una de esas sonrisas que te inspiran confianza. Fingí mi mejor sonrisa y traté de esconder la tensión de mis músculos.

-La secuestré.- dijo Lucas riendo. Katherine rió al igual que el chico misterioso, pero antes le dirigió una mirada de “¿Estás loco o qué?”, pero cuando se dio cuenta de que lo noté, siguió riendo.

-Buena idea.- le dijo ella. Le dirigí una mirada al chico y ella se dio cuenta de mi curiosidad.- El es Will, mi novio.

-Mucho gusto.- respondimos Lucas y yo al unísono, por lo que todos comenzamos a reír.

-Lucas, ¿te importaría ir con Will un rato por allá?- dijo señalando un pequeño restaurante a lo lejos.- Necesito hablar con Dest.



-Y lo de Lucas… ¿va enserio?- me preguntó feliz, con esa dulce sonrisa curvada en sus labios. Me encogí de hombros y miré al cielo, que ya era una capa de oscuridad con un manto de pequeños diamantes cubriéndolo.

-Supongo que si.- le respondí. Mi voz se oyó un poco temblorosa, casi insegura.- Solo necesito saber si el va enserio.

-Ten por seguro que si.- me respondió.- ¿Y como van tus lecciones?

-¿Disculpa?

Su pregunta me había tomado por sorpresa. Yo en ningún momento le había comentado sobre alguna lección de nada, menos de los consejos que Lucas me daba sobre como ser una inmortal decente. Katherine era extraña, me daba la sensación de que la conocía hacía ya mucho tiempo, aunque yo no sabía de donde.

Sus ojos me eran extrañamente familiares, tanto, que era algo perturbador. Y había algo en ella que me recordaba a mi hermano. Katherine guardaba cierto parecido conmigo y con Trevor.

-Vamos, sabes de que hablo.- dijo dándome un poco de valor.- Yo soy un poco parecida a ti.

-¿A qué te refieres?- la insté. Presionó sus labios y soltó un ligero suspiro de alivio. La miré un rato, esperando que me contestara, pero nada. Finalmente, soltó una carcajada y se dignó a hablar.
-Inmortales, vampiros, su majestad, ¿te suena?- bromeó. Me quedé quieta en mi lugar asimilando la información que acababa de recibir.

¿Ella una inmortal? ¿Podía serlo? ¿De que más me iba a enterar? ¿Qué Lucas era mitad hada y en las noches recogía los dientes de los niños pequeños? ¿Qué Damen se vestía se un hombre gordo, barbón y de traje rojo en navidad y entregaba regalos a todas las cosas? ¿O que Ever se vestía de conejita y escondía huevos en las Pascuas?

-¿Qué eres?- le pregunté, alejándome un poco de ella.

-Mmm… Digamos que una combinación de ambos.- dijo muy calmada, parecía que se lo estaba diciendo a ella misma más que a mí.- Y supongo que tú ya sabes lo fuerte que eres. Déjame mostrarte algo.

Ella tomó mis manos y las elevó al nivel de mi rostro, con las suyas cubriéndolas. Su piel era suave y cálida y me daba cierto confort. Un pequeño rayo de luz salió frente a mi; muy parecido al sol que Lucas me había mostrado, solo que con otra forma, otro color y menos luz.

-Truco viejo. Lucas ya me lo había mostrado.- dije entre risas. Ella rió conmigo y dejó caer sus manos. Me miró orgullosa, como si viera a una niña pequeña que acaba de ganar un concurso.

-Siempre ha sido su truco favorito.- bromeó. Ambas nos echamos a reír mientras nos dábamos un suave abrazo.

Estar con ella era demasiado… fácil. De hecho, me gustaba. Me daba la sensación de estar en casa y eso era algo que me encantaba. Si le hubiera dado una oportunidad antes, todo hubiera sido más fácil. Me daba la sensación de que hubiera podido confiar en ella y me hubiera apoyado cuando Lucas me dio celos con Megan o cuando vi a Trevor.

-Es raro…- murmuré.

-¿Qué cosa?

-Siento como si te conociera. Y se siente… bien.- exclamé. Pude ver como sus músculos se tensaban y después volvían a la normalidad. Eso llamó mi atención. ¿Acaso escondía algo? Me sonrojé un poco y añadí.- Katherine, ¿te molestaría que esta vez intentáramos ser amigas?

-¡Claro que no! ¡Me encantaría!- su rostro se iluminó por completo y comenzó a dar pequeños saltitos de emoción. Abrió sus brazos y se acercó a mi pero se detuvo.- ¿Puedo?

-Claro.- dije. Le di un abrazo que duró mucho más que el primero. Sin darme cuenta, pequeñas gotas comenzaron a caer de mis ojos. Estaba llorando de tristeza.

La última vez que había sentido esa calidez tan fraternal en un abrazo, había sido el mismo día que Trevor y yo habíamos ido al bosque, el día que todo se arruinó. Ella se apartó y me miró preocupada, después, volvió a abrazarme y susurró:

-Llora todo lo que quieras. Estoy aquí para que te desahogues conmigo…



-¿Y que quería Katherine?- preguntó Lucas la noche siguiente, cuando estábamos de regreso a Wake Forest y frente a mi casa.

Después de llorar un rato, habíamos vuelto con los chicos y cenamos. Después, regresamos al hotel y empacamos nuestras cosas. Cuando terminamos, emprendimos de regreso el viaje a casa.

-Ahora somos amigas.- dije orgullosa de mi nueva amistad.

-Que gusto me da.- dijo tomando mi mano y besándola.- Ya verás que es una muy buena amiga.

-Eso creo.- respondí algo dudosa. Lo miré a los ojos y lo que vi me hizo estremecer; se veía torturado, la mirada cansada, culpable.

-Deberías entrar. Vamos. Yo voy contigo.- se ofreció antes de que pudiera preguntar que sucedía.

Bajamos del auto y tomamos mis cosas, después caminamos a la puerta y nos detuvimos. Sentía como mis piernas temblaban y mi corazón golpeaba mis costillas.

-¿Lista?- preguntó un poco nervioso. Asentí y abrí la puerta. Solo sentí que alguien golpeó mi mejilla tan fuerte que caí al suelo aturdida.

-¿DÓNDE DEMONIOS ESTABAS, DESTINY BOUDELAIR?-gritó toda mi familia a coro.




------------------

La chica California(: volvio! XD
Aqui esta el capp:P
diganme qe les parece, publicare pronto, ahora si tendre tiempo:D
comenten muchoo!!

ilyy♥

miércoles, 12 de mayo de 2010

34.1 Lobo

-¿California?- le pregunté con la boca abierta. Genial, Ahora si que estoy en problemas.

-¿Alguna vez habías venido?- me preguntó muy calmado. Conté los segundos esperando que la ilusión se acabara y despertara en mi cama, pero todo era real.

-¡Cuando regrese, Damen no me va a hablar, mi prima me va a lanzar lo que tenga a la mano y mis padres me castigaran de por vida o hasta que sea mayor de edad!- le grité molesta. Lo pensé un momento y añadí:- Olvida eso… ¡NUNCA SERÉ MAYOR DE EDAD! ¡ESTARÉ CASTIGADA DE POR VIDA Y NO PODRÁS REGRESAR A LA CASA!

Me crucé de brazos y tomé aire, conciente de todas las consecuencias que tendría su bromita en mi vida. Sería un completo desastre. Pensándola bien, es mejor pelear contra Megan en su mejor día a estar 5 minutos con una Ever enojada y preocupada. Tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos, después las elevó al nivel de su boca y besó la mía con ternura. Me sorprendió la facilidad con la que todo mi enojo desapareció con ese simple gesto. El era tan relajante, tan amoroso, tan tierno, tan… Lucas.

Busqué mi bolso con la mirada, y lo encontré en mis pies. Lo tomé y comencé a sacar todo, buscando mi celular, pero no encontré nada, mi celular no estaba donde debía de estar. Empecé a sacar todo y lanzarlo a donde fuera que cayera, pero no encontré nada, ni rastro de él.

-¿Qué le hiciste a mi celular?- le pregunté molesta. El me sonrió sin dejar de ver la carretera y puso su mano sobre mi rodilla.

-Me encargué de que no llamaras a nadie,- contestó sonriente. Sentí como el color y el enojo comenzaban a subir a mis mejillas. Grité de coraje y el rió, como si fuera divertido.- Estos 2 días solo seremos tu y yo.

Suspiré, tratando de calmarme un poco. Subí mis pies al asiento y abracé mis rodillas hundiendo mi cabeza ahí. Me balanceé un poco de enfrente para atrás una y otra vez, pensando en lo que pasaría. Lucas estaba loco. Tonta y ridículamente loco. Tanto, que pensaba que todo iba a ir bien de esa forma, siempre raptándome o llevándome en contra de mi voluntad.

-Vamos, Dest, nunca hemos estado completamente solos.- me rogó por que lo oyera, pero empecé a tararear una canción que me relajara.

-What do you say we leave for California? If we drive all night, we can make it by the morning And, no one has to know if we decide to go, ohWhat do you say we leave for California?- canté, pero cuando Lucas comenzó a reír como loco, me di cuenta de mi error, estaba cantando sobre ir a California cuando acababa de quejarme sobre qué hacíamos en California.

-Por favor…- repitió haciendo pucheros. Detuvo el auto a una orilla de la carretera mientras me miraba a los ojos.- Solo serán 2 días.

Suspiré y no pude evitar sonreír. ¿Cómo hacía para siempre lograr convencerme de todo? Seguí sonriendo y cubrí mi rostro con mis manos, para evitar que me viera rendirme y empezara a burlarse. Sentía la sangre en mis mejillas, pero no como hacía unos minutos, de coraje, ahora era más… dulce. Todo lo que tuviera que ver con Lucas era dulce, y peor aún… adictivo.

-Solo 2 días…- accedí. Pude ver esa sonrisa triunfante dibujada en las comisuras de sus labios. Se acercó a mí y todo el mundo se hizo pequeño, solo quedaba el, su cálido aliento y sus peligrosamente cercanos labios de mí.

-El tiempo que desees…- susurró, antes de acercarse a mí y rozar nuestros labios, mientras sentía la sonrisa extenderse en su rostro.




-¡Te cambiaste de ropa!- lo acusé. Se miró de arriba abajo. Un pantalón de mezclilla y una camisa negra, en vez del traje todo rasgado y casi inexistente que llevaba puesto.

Nos habíamos detenido en un hotel que estaba junto al mar. Era altísimo, de color blanco, y las puertas eran de cristal, todo decorado con hermosas palmas y otras plantas exóticas cuyos nombres no recordaba. El clima estaba caliente, cosa que me sorprendió, ya que en Wake forest era una nueva era de hielo y aquí era todo lo contrario. La brisa llevaba impregnada el olor a sal y a mar, con un poco de humedad y calor. Lo miré sintiéndome traicionada, el con ropa nueva y yo con mi vestido todo roto.

-Ángel, no creerás que te vas a quedar así, ¿verdad?- dijo enarcando una ceja. Rió por lo bajo y sacó unas cuantas bolsas de la parte trasera del auto. Me las extendió y las tomé dudosa.

En una bolsa, había varios vestidos de playa, todos de colores distintos, con estampados muy llamativos; preciosos. En otra había algunas blusas y shorts de mezclilla. En otra había sandalias, tenis y unos preciosos zapatos plateados con tacón. En la penúltima, había un vestido igual, plateado, tan precioso que lo miré una y otra vez, sin poder creer lo bonito que era. Y en la última bolsa, había varios trajes de baños, de una pieza, de 2 piezas, de todas formas y colores.

-¿Y esto?- pregunté sacando un bikini blanco de la bolsa.

-Este… Dest… Esto es California…- dijo sonrojándose y esquivando mi mirada.- No sabía que te gustaba, así que te compré todo.

Miré toda la ropa con ternura, sintiendo un nudo en mi garganta por haber reaccionado tan mal. Besé su mejilla y sonreí. Saqué un vestido rosa con blanco y me lo puse encima del que ya traía. El cubrió su rostro mientras miraba a otro lado. Gracias a Dios, no tuve que quedar en ropa interior, solo ponerlo encima de lo que ya traía puesto.

-Listo.- dije sonriente. Se giró a encararme y me miró detenidamente, como alguien que observa a una obra de arte, así que no pude evitar sonrojarme.

-Hermosa.- fue lo único que dijo.

-Mentiroso.- respondí antes de bufar, cruzándome de brazos. Puso los ojos en blanco y se acercó a mí, eliminando el pequeño espacio que quedaba entre nosotros en el auto. Rodeó mi cintura y posó su barbilla sobre mi hombro, dejando nuestras mejillas unidas.

-Nunca te mentiría.- susurró. En ese momento recordé de golpe las palabras de Megan, pero cuando estaba a punto de sacar a relucir el tema, un joven con un elegante uniforme tocó la ventana del conductor y se ofreció a ayudarnos con nuestras maletas.

-No, gracias. Nosotros nos encargamos.- agradeció Lucas sin despegar la mirada de mí.

-Si necesita algo, puede llamarme.- contestó a regañadientes el muchacho. Dio media vuelta y se perdió en el hotel.

-Bajemos y registrémonos.- ofreció mi novio. Bajó del auto a una velocidad sorprendente y me abrió la puerta para ayudarme a bajar del auto. Pasó un brazo por mi cintura y caminamos al interior del lugar.

La recepción estaba llena de flores de todos colores, en delicados adornos por doquier. Un gran candelabro de cristal colgaba del techo, pero no estaba encendido pues el sol proporcionaba toda la luz necesaria. Había mesas de cristal con decorados dorados y grandes pilares de estilo romano. Al fondo, frente a un gran ventanal que daba al mar, estaba un escritorio con una chica de cabello rubio con una sonrisa divertida cuando nos vio entrar.

Caminamos hasta ella, y cuando vio a MI Lucas, sus ojos se abrieron como platos y su expresión se llenó de sorpresa, pero al verme, presionó sus labios para no soltarse en carcajadas.

-Buenas tardes. Mi nombre es Alison.- dijo con una sonrisa que estaba lejos de parecer cordial, era más bien… coqueta. Casi creí ver como le guiñaba un ojo.- ¿Una habitación para usted y otra para su hermanita?

-No soy su hermana.- escupí. La chica me fulminó con la mirada, pero rápidamente recobró la compostura y volvió a sonreír.

-Es mi novia.- me defendió Lucas, con la voz y la sonrisa igual de orgullosos. Dio un ligero apretón a mi mano y se acercó un poco más a mí.- Y queremos 2 habitaciones por 1 noche.

- Serán 300 dólares. ¿Tarjeta o efectivo?-preguntó Alina apenas capaz de contener la risa. Lucas sacó su billetera, pero lo jalé de la manga y acerqué mis labios a su oído.

-No traigo mi dinero.- susurré apenada.

-¿Te pedí que pagarás?- me respondió. Como odiaba que hiciera eso, que siempre volviera con sus preguntas retóricas. Sacó un billete y se lo entregó. Ella tecleó algo en la computadora, nos extendió dos tarjetas, y con la sonrisa más falsa del mundo añadió:

-Aquí tienen. Disfruten su estancia.




Nos tocaron las habitaciones 383 y 384. Caminé al ascensor con los brazos cruzados y el entrecejo fruncido. Odiaba que pasara eso. Que le coquetearan a Lucas y el se lo tomara tan a la ligera, como el día anterior en el baile. Pero pobre del que me viera a mí. Cuando estuve dentro del ascensor, presioné los botones con más fuerza de la necesaria, pero no se apresuró.

Lucas me miró extrañado pero no dijo nada, solo se limitó a recargarse en una esquina con los brazos cruzados, observando mis desplantes de niña consentida. Cuando las puertas finalmente se abrieron y estábamos en nuestro piso, salí disparada del ascensor, en busca de mi habitación. Caminé por largos pasillos y daba vueltas de un lado a otro hasta que las encontré. Las 2 habitaciones estaban juntas; sería fácil verlo.

-¿Cuál quieres?- me preguntó, balanceando los 2 llaveros con las tarjetas para entrar a nuestras respectivas habitaciones. Me encogí de hombros y el me extendió La 383.- Esta tiene vista al mar.

-Gracias.

-De nada.- dijo balanceándose sobre sus talones y las manos en sus bolsillos.-Si quieres al rato podemos ir a nadar o a cenar o lo que quieras hacer.

-Antes debo llamar a casa.- le recordé.

-No lo creo.- dijo entre risas.- Verán el identificador y podrían aparecerse aquí. Un inmortal solo puede aparecerse en un lugar en el que sabe que se encuentra quién busca o uno que conozca. Y dudo que quieras que se aparezcan aquí.

-Mmm… ¿estoy secuestrada?- pregunté añadiendo un poco más de dramatismo a la ocasión. Puse una mano en mi frente, como hace la típica damisela en apuros y me dejé caer de espaldas. Lucas me atrapó y besó mi frente.

-Cuanta confianza me tienes. Y si, estás secuestrada.-rió. Me sostuvo en sus brazos durante unos momentos. Reflexioné sobre sus palabras; si, le tenía mucha confianza, más de la que estaba dispuesta a admitir frente a él o frente a nadie.




-Cuéntame más sobre los inmortales.- pregunté, ansiosa por saber más sobre lo que somos. Estábamos sentados en la cama de mi habitación, con la puerta del balcón abierta, dejando entrar rayos dorados del sol en su crepúsculo y una fresca brisa marina.- ¿Cómo es posible?

-Mira, hay 2 explicaciones coherentes; la mágica y la científica. Yo prefiero la mágica, es más posible. – Dijo como un profesor que va a comenzar a dar su clase.-Lo lógica; algunos de los inmortales mayores creen que cuando un cuerpo procesa el oxígeno, este es el causante del envejecimiento de las células, así que creen que nosotros no lo procesamos o al menos no de la misma forma que los humanos , así que he ahí nuestra misma apariencia por toda la eternidad.

-Que aburrido.- dije bostezando y cubriendo mi boca. Me sonrió abiertamente y siguió hablando.

-Lo sé, aparte, necesitamos el oxígeno para respirar, así que yo no creó en eso.- debió de haber visto la pregunta en mi rostro, por que añadió:- Yo creo más en la mágica, en la que la mayoría cree.

-¿Y cuál es esa?- insté. Quitó un mechó de cabello de mi rostro y lo colocó detrás de mi oreja.

-Así como hay demonios que buscan destruir al mundo, también debe de haber ángeles que lo protejan, pero siempre hay un neutro.- dijo antes de tomar aire.- Existe más magia en el mundo de la que te imaginas, y eso somos, magia. No buscamos acabar con nada, pero tampoco salvamos. Estamos entre los ángeles y los demonios. Somos el centro, auque cada quién decide hacía que lado irse.

-¿Si somos magia, como es posible el oír pensamientos o aparecerse en algún lugar?- lo reté. Quería que dudara y no supiera contestar algo, pero lo subestimé.

-Los pensamientos son energía, la energía es materia, y en cierto punto, esta se transforma y da lugar a que se cree lo que deseamos. Siempre, en algún momento, lo que pensamos se hace realidad, Dest.- dijo acariciando mi mejilla.

Miré por el balcón. Si todo lo que decía era real, entonces tendría una oportunidad de que mi mayor sueño se hiciera realidad. Mi corazón se estrujó al recordar a mi hermano. ¿Por qué el? ¿Por que un tonto accidente de auto debía arruinar todo?

-Pero para todo hay límites…- dijo algo apenado.

-Lo sé.- respondí tristemente. Me estrechó en sus brazos y quedamos recostados en la cama. Me acunó contra su pecho mientras tarareaba una canción que no reconocí.

-Can I ask for anything better? There’s nowhere, nowhere better than here. You make me fly with one word. You ease my mind just with one touch of your skin. You’re my everything. Everything I can’t leave with out. Everything I love more than life itself. Your eyes are the bright colors that Light my day and your lips are the only thing that mine ask for. I need you more than anything. I never asked for this. I never knew I would find someone like you. I never asked for falling in love, but thanks God, I did.- cantó. Intenté quedarme despierta para terminar de oír, pero no pude. El sueño me venció y me dejé vencer…


“De alguna forma había llegado a este bosque. Al centro de el. No se como ni por que, pero estaba segura de que debía estar ahí. El frío viento revolvía las ramas de los pinos y elevaba las hojas ya marchitas de los mismos. La nieve lo cubría todo, y le daba un aspecto de paisaje de cuento de hadas.

Respiré por la boca y fui capaz de ver mi respiración. Demonios. Hacía mucho frío. Caminé un poco en dirección a una pequeña banca que estaba ahí. “¿Una banca en medio de un bosque?” pensé, pero como al parecer nada tenía sentido, no le di mucha importancia.

De pronto, oí un ligero resoplido detrás de mí. Me giré lentamente para ver de qué se trataba. Un hermoso lobo completamente blanco, fuerte, imponente, me miraba curioso. Tenía los ojos azules, profundos y expresivos, como si me quisiera decir algo. Sus ojos parecían tener un brillo de inteligencia, como si pudiera entender lo que dijera o lo que estaba pasando; el sabía lo que estaba pasando. No apartaba la mirada de mí, pero me mantuve quieta, esperando que simplemente se marchara.

Di un pequeño paso hacia atrás, ya que después de un rato no se alejaba. El lobo me imitó, solo que avanzando hacía mi, y pronto comenzó a avanzar cada vez más rápido hasta que corría hacía mi. Corría y corría lo más que podía, suplicando que no me alcanzara, pero me quedaban pocas fuerzas, ya me dolía respirar y mis piernas estaban a unos cuantos metros de fallarme.

Sin notarlo, salí del bosque, pero el lugar al que llegué no era mucho mejor. “El Instituto de Wake Forest” era a donde había llegado. Corría gritando por ayuda entre todo el alumnado, pero solo se giraban para verme, sonreían y seguían caminando.

Noté algo raro en eso. Por alguna razón, aquel lobo no seguía a nadie más, era como si no los viera, como si los ignorara. Por alguna razón que me helaba hasta los huesos, sabía que ese lobo iba por mí…”

-¡Dest, despierta!- gritó Lucas, sacudiendo mi hombro. La luz todavía entraba por la ventana. Su mirada era alarmada, llena de preocupación.

-¡Venía por mi, Lucas!- grité con la voz ronca y desesperada.

-¿Quién?- me preguntó frustrado. Lo miré unos instantes, tratando de recordar quien, pero esa imagen del lobo era lo único que se había quedado grabada en mi memoria.

-Yo… No lo se…



--------------------------------

Perdón! Es que me la he pasado fuera de la ciudad.
No podré publicar hasta después del Lunes, por que me iré a Californiaa!!!! Disneyland:D

Perdón x la tardanza, enserio lo siento):

Unas cuantas respuesta a los comments de la entrada pasada:

Susej: Pues no me sale qe actualices en mi diario! X eso no te comento, chica FB:$
Clau: El título es Eternidad, el otro es x qe no hallaba como ponerle al link n,n
Silvitax: creo qe si todo saliera bn y no hubiera nada qe los separara, hasta a mi me aburririaXD
Aliice: de nada, me encanto la historia!!
Marina: me leí todo tu blog, pero cuando quise comentar, no me dejó D8

Comenten! Cada vez lo hacen menos )=

Ilyy(L)

viernes, 7 de mayo de 2010

33.1 Celos

-¡Ahora!- le grité a Lucas.

Imaginé que se le quemaba la cara, tal y como había pasado al agua y a la mesa que tocamos. Su piel comenzó a burbujear horrendamente mientras gritaba del dolor. Un grito desgarrador y agudo, parecía que se me iban a reventar los tímpanos.

Le di un golpe en el estómago y logré liberarme. Sus manos volaron a su rostro, que parecía plástico derritiéndose, impidiendo que viera algo o se concentrara en otra cosa. Intenté correr, pero mis tacones se rompieron e hicieron que me torciera el tobillo derecho. No era tiempo de maldecir ni quejarme, era tiempo de ayuda a Lucas. Ya me había encargado de Megan, ahora me faltaba Taylor.

-Mi novia ya se deshizo de tu amiguita.- rió Lucas que peleaba en el suelo con Taylor.- Estás solo.

-No necesito a nadie para deshacerme de ti.- escupió Taylor. Lanzó un arañazo a Lucas, pero solo logró rasgarle el saco y la camisa, lanzándolo lejos y dejando a la vista su pecho. Me quedé embobada viendo su bien marcado abdomen, pero sacudí mi cabeza para concentrarme.

Tomé el arpa de la estatua del ángel, y golpeé a Taylor en la cabeza. El golpe lo desorientó e hizo que cayera a un lado, pero no tardó en reorientarse de nuevo. Ayude a Lucas a incorporarse, y me sonrió orgulloso mientras miraba sobre su hombro a Megan, que seguía llorando y gritando. Su cara tenía una fea cicatriz, con los bordes rosados y brillantes; me hizo sentir mal haberla dejado así, pero tenía que hacerlo.

-Son más fuertes de lo que pensé.- dijo Taylor que ya estaba junto a Megan ayudándola a levantarse.- Te juro que te voy a matar, Destiny Boudelair. Te juro que beberé hasta la última gota de tu sangre y te haré sufrir como nunca has sentido. Vas a arrepentirte de haber nacido. Y vas a arrepentirte de todas y cada una de las veces que has conseguido que alguien te ayude, lo juro.

-Solo recuerda, estúpidita,- dijo Megan, cuyo rostro solo tenía una mínima cicatriz.- Lucas tiene más secretos de los que planea compartir contigo.

Ambos saltaron por la ventana mientras el vidrio se partía en 1000 pedazos. Cuando salieron, todo volvió a la normalidad, pero una gran cantidad de agua cayó sobre todos nosotros, inundando el lugar, mientras los gritos de coraje resonaron en el salón; ya todo había vuelto a la normalidad.
Las chicas gritaron horrorizadas por sus vestidos y peinados echados a perder. Los maestros se pusieron en las puertas evacuando a todos, pues estaba todo inundado, pero nadie tenía idea de lo que había pasado; tal vez fuera mejor así.

Tomé la mano de Lucas y salimos de ahí. Cuando estuvimos afuera, el frío nos mordió los dedos a todos.

-¡Chicos!- llamó la profesora Paige desde un altavoz. Estaba parada sobre una silla demandando por la atención de todos. Las cabezas de más de 300 jóvenes se giraron para oír a la profesora decir:- Llamen a sus padres. Debido al incidente, todos deberán ir a sus casas. Buscaremos a los responsables de semejante barbaridad y serán expulsados del colegio. Si alguien sabe algo, favor de reportarlo con el director. Gracias por su atención, buenas noches.

-Creo que nos suspenderán.- rió Lucas. Lo miré con los ojos en blanco, incrédula de que casi nos mataban y el bromeaba.

Rodeé su cintura con mis brazos y recargué mi cabeza en su pecho, tratando de tranquilizarme un poco. Las piernas me temblaban y apenas podía respirar de la impresión. Oí unas risitas ahogadas a mi lado y gruñí un poco. Lucas rió por la bajo y paso una mano por mi cabello.

Las risitas siguieron y giré mi cabeza para ver de qué se trataba. Audrey, Rose y Annia miraban a Lucas con sonrisas coquetas y se acomodaban el vestido, mostrando más escote del necesario. Fue entonces cuando recordé que tenía el abdomen desnudo por culpa de Taylor. Cálmate, Destiny. No hagas nada tonto. Ignóralas. Relájate. Me dije a mi misma, suspirando una y otra vez tratando de no armar una escenita enfrente de todos. Me quité mi chaqueta y se la puse sobre los hombros, cubriéndolo por completo.

Audrey se acomodó más el vestido y dio un paso hacía nosotros, pero lo dudó un poco y retrocedió. Tomó un mechón de su rubio cabello y lo comenzó a retorcer con su dedo mientras con la otra mano le hizo señas a Lucas de que le llamara y le guiñaba un ojo.

-¡Tómale una foto, así te va a durar más!- ladré. Sentía mis orejas calientes y la sangre hirviendo en mis mejillas. Las 3 chicas se ruborizaron cuando todos se giraron para verlas y caminaron lejos de la multitud.

-Cálmate, Dest.- me pidió Lucas suavemente.

-¿Qué me calme?- le pregunté atónita.- ¡¡Casi se quita el vestido y te lleva a una cita conmigo aquí enfrente!!
-No seas ridícula. Solo tengo ojos para ti.- susurró en mi oído. Su aliento se sentía como pequeñas cosquillas en mi cuello y nuca.- No seas tan celosa.

-¿Celosa? ¿Yo? ¡Ja!- bufé. Entornó los ojos y miró a otro lado, rodeándome con sus brazos.

Unas risitas, esta vez de chicos, se oyeron detrás de Lucas. Max y Will me miraban de arriba abajo con detenimiento. Sentí como mis mejillas ardían y los brazos de Lucas se cerraban más en torno mío.

-¿Qué le ves?- gruñó Lucas. Tensó la mandíbula y sus manos se hicieron puños. Seguí la mirada de los chicos y me di cuenta de que Megan me había roto el vestido, dejando grandes pedazos de mi piel a la vista.- Viene conmigo.

Los 2 chicos levantaron sus manos en señal de paz y siguieron parloteando sobre lo sucedido.

-¿Ahora quién es el celoso?- le pregunté entre risas. Levantó mi barbilla y rozó rápidamente nuestros labios.

-Solo yo puedo mirarte de esa forma.- me respondió suavemente. Reí por lo bajo, y cuando estaba a punto de besarlo de nuevo, oí que alguien carraspeaba a mi espalda.

-Díganos que sucedió realmente.- exigió Dean. Shane y sus respectivas novias estaban junto a ellos, con los brazos cruzados y expresiones de sorpresa.

-Dos palabras: Taylor y Megan.-respondí. Todos nos miraron de arriba abajo, y Shane me tendió un gran saco. Me lo puse encima y me acurruqué en el. Me quedaba más debajo que el vestido y las mangas eran demasiado largas para mis brazos.

-¿Los lastimaron?- preguntó Camilla preocupada. Lucas bufó y le di un codazo. Alcancé a oír que dijo algo como: “Todos en esa familia son iguales.”

-No. Solo vinieron a saludar y nos golpearon de paso.- le respondió más agresivo de lo que debía.- También rompieron mi traje y dejaron sin vestido a mi novia. Nada de que molestarse o preocuparse.

-No tienes que ser tan grosero con ella.- Lo reprendí. Me miró a los ojos y toda esa tensión desapareció de su rostro.- Si, nos atacaron, debiste haber visto como dejé a Megan.

-¿Cómo? ¡Cuéntanos todo!- gritó Bel eufórica.

Está bien, probablemente nadie quisiera a Megan, pero no por eso me dejaba de hacer sentir mal el hecho de casi haberle desfigurado el rostro. Estaba segura de que ni siquiera Blair la quería. Tal vez, solo Craig lo hiciera. Eso lo podía ver por su expresión siempre pérdida y sus lamentos en las clases que compartía con el, todo desde que ella había dejado de asistir al Instituto. Lo miraba y me sentía horrible de ver su tristeza; me hacía pensar en que pasaría si Lucas se fuera igual que ella.

-Le quemó la cara.- rió mi novio. Todos me miraron serios, pero a los 2 segundos, explotaron en carcajadas, todos felicitándome y preguntando datos. Les contamos todo y con lujo de detalles.

-Estaremos al pendiente.- le aseguró Shane a Lucas. Todos asintieron muy serios. Yo les sonreí apenada, pero Bel puso su mano en mi hombro y me sonrió animada.

-Créeme, esto lo disfrutare al máximo.-dijo con una sonrisa torcida en sus labios.- tú sabes lo mucho que la odio.

-Pero…pero…- tartamudeé, demasiado nerviosa como para decir algo más.

Ya había visto lo peligrosos que eran Megan y Taylor juntos, y me aterraba ponerlos en peligro a ellos también. Megan era como un tigre; hermoso por fuera, pero cuando menos te lo esperabas sacaba las garras y te atacaba sin previo aviso. Yo sabía que ella me odiaba, pero no creí que fuera para tanto.

Y Taylor… ya sabía que el me quería hacer daño, pero tampoco creí que fuera capaz de querer beber mi sangre para sabrá quién que fin. En total, ellos 2 juntos, eran una combinación a la que hasta el mismo terror le temería.

-Pero nada, Dest.- dijo dulcemente Dean.- Somos tus amigos y te vamos a cuidar. Además, apoyo a Bel, esto lo vamos a disfrutar.

-Gracias.- dije con un hilo de voz y la cabeza baja. Un bostezo de cansancio se me escapó al igual que a Bel y Cam. No pude evitar reír.-¿Qué no los vampiros son criaturas de la noche?

-No juegues.-dijo enfurruñada Cam.- Necesitamos dormir para mantenernos bellas y hermosas.

-Mmm… ¿No han descansado mucho, Verdad?- bromeé. Ambas se miraron y pusieron los ojos en blanco. Abrieron sus bocas para protestar, pero se les escapó otro bostezo.

-Hora de irnos, estoy cansada.- bostezó Bel. Todos asintieron y se despidieron. Le regresé su saco a Shane y se marcharon. Lucas me pasó un brazo por la cintura y comenzamos a caminar a su auto.

Me subí al lado del copiloto y el al del conductor. Estuvimos un rato ahí sin decir nada o movernos. Solo disfrutando de la presencia del otro. Bostecé una última vez mientras sentía como mis párpados pesaban más cada segundo que pasaba.

-Duérmete, yo te cuido.- me dijo Lucas rompiendo con el silencio.

-Ya lo sé.- dije tratando de sonreír, pero mis labios no respondieron a eso.

Beso mi frente y me quitó el cabello de la frente. Me puso una chaqueta suya que tenía en el auto encima y encendió la calefacción. Afuera parecía una nueva era de hielo; pronto nevaría.

-Te amo.- fue lo último que le oí decir, antes de que mis ojos se cerraran y me deslizara a un lugar donde solo estábamos el y yo…





Una luz me hizo salir de mi sueño. Gemí y me tallé los ojos para despertarme por completo. Me levanté con los ojos cerrados y sentí que estaba en movimiento. Abrí los ojos de golpe y miré por la ventana.

-Buenos días, preciosa.- me dijo Lucas sonriéndome abiertamente.

-Ehh… Buenos días.- le respondí con la voz ronca y rasposa gracias a que me acababa de despertar.- ¿Dónde estamos?

No me respondió, solo señaló por la ventana un letrero de metal de vivos colores que decía: “Bienvenidos al estado del Sol.” Tallé mis ojos para verificar que estaba viendo bien y no lo había imaginado. No, no podíamos estar tan lejos, no podía ser cierto.

Miré nuevamente y una playa de arenas doradas y un océano azul turquesa me deslumbró. Maldita sea.

-¿California?- le pregunté con la boca abierta. Genial, Ahora si que estoy en problemas.


-------

Cap doblee(: Cap 32 && capp 33:P
Perdon!
alguien sabe lo qe es qe te saqen 2 muelas?? D; Me andaba muriendo:(

Faltan 19 dias para mi cumplea;os!!!!! :D
Ese dia(el de mi cumple) tratare de pubblicar varios caps seguidos(:

gracias x los comments!! me pasare x todos los blogs(:
Ilyy♥

32.1 Peligro

¿Es que nunca nos dejarían en paz?

-¡Los amo!- gritó descaradamente Megan.- Lo juro. Son demasiado… Mmm… Románticos para ser reales.

Lucas me lanzó detrás de el, para protegerme de Megan y de Taylor. Un gruñido se formó en su garganta, mientras utilizaba su cuerpo como escudo. El terror comenzó a abrirse paso dentro de mí, haciendo que todo se viera borroso y las orillas de todo se vieran negras.

-¿Qué quieres aquí?- les gruñó Lucas.

Sus músculos se tensaron notablemente cuando ellos explotaron en carcajadas. No me había dado cuenta que Megan iba vestida con un precioso vestido rojo que resaltaba su figura y “Flotaba” donde debía hacerlo. Taylor iba con un traje, no tan elegante como el de Lucas, Shane o Dean, pero a fin de cuentas elegante.

-Venimos por ella.- le respondió Megan, señalándome con su dedo cuando hubo dicho esas palabras.- Y al baile, si no les molesta.

-Por si no te han llegado las noticias, ella es estúpidamente fuerte, y tanto tú como nosotros, queremos esa fuerza cueste lo que cueste.- rió Taylor. La expresión de Lucas se descompuso con horror. Lo miré confundida, esperando una respuesta, pero nunca dijo nada, solo me detenía por su espalda y no dejaba de gruñir.

-¿De que está hablando?- le pregunté.

-No te preocupes, todo va a estar bien.-dijo entre dientes. Nunca me contestaba cuando le preguntaba algo importante, así que lo hice que se girara y me mirara a los ojos.

-¡Maldita sea, Lucas! ¡Siempre me contestas con evasivas o me cambias de tema!- le grité. Me ponía furiosa que Taylor y Megan reían cada vez más con cada una de mis palabras.

-¿Te cuento un secreto?- dijo Megan como cuando le hablas a un niño pequeño. Se acercó a nosotros como un rayo y nos rió.- Créeme, Lucas sabe más sobre tú familia y está envuelto en ella más de lo que te cuenta.

-¿Si?- la reté, sacando valor de no sé donde, no quería darle el gusto de verme con miedo.- ¿Qué sabe?

-¿No te ha contado de tu her-- -intentó decir, pero Lucas la lanzó lejos de nosotros. Lo miré sorprendida, pero noté como el sudor caía por su frente y como abrazaba su cuerpo mientras luchaba por respirar.

-¿El inmortal más valiente está enfermo?- rieron al unísono por el comentario de Taylor.- Megan, ¿de quién te quieres encargar?

-De la brujita.- respondió Megan con una sonrisa de oreja a oreja. No era para nada una sonrisa amable, era todo menos eso. Taylor la fulminó con la mirada, pero terminó asintiendo.

Ella caminó hacía nosotros con paso arrogante, como si no fuéramos rivales para ella sola. Estiró su mano para jalarme como si fuera tan tonta como para ir sin luchar, pero Lucas se interpuso entre las 2 y ella lo tiró al suelo haciendo que gimiera de dolor.

-No le harás nada.- escupió Lucas. Megan puso su mano en mi cuello y comenzó a asfixiarme. Todo empezó a dar vueltas, probablemente por la falta de aire.

-¿Apostamos?- bufó ella. Me miró con los ojos como platos al ver mi expresión.- ¿Cuánto más aguatará sin aire?

-Sobre mi cadáver.- la amenazó. Ya habían sido varias ocasiones, en las que había visto enojado a Lucas, pero aún así seguía poniéndome los pelos de punta. Su respiración se oía forzada, y sus movimientos eran repentinamente cansados.

-No olvides que tú lo pediste.- le dijo Taylor.

Corrió hacía Lucas y arremetió contra el, lanzándolo a la fuente haciendo que se rompiera y el ángel se quedara sin un ala y sin su arpa. Cayó al agua y nos salpicó a todos, arruinando mi vestido y maquillaje. Ellos comenzaron a pelear, parecían dos feroces leones peleando cuerpo a cuerpo. Me preguntaba por que mi novio no utilizaba nada de sus habilidades para defenderse, pero caí en cuenta de que tan cansado no podría hacer nada.

-¿Divertida?- preguntó Megan. Oí un chasquido, que identifiqué como sus colmillos. Sus ojos estaban tan oscuros que casi eran negros, y su piel estaba realmente pálida, parecía que con solo tocarla se rompería.- No sabes cuanto tiempo he esperado por esto.

-¿Por qué? ¿La hora en que yo misma te mate?- le gruñí. Hizo mueca como de tener miedo, pero explotó en risas.- ¿Te ríes de los nervios, estúpida?

-Mándale saludos a tu hermano, fue un placer verlo hace 2 semanas.- se burló ella. Sentí como la sangre se helaba en mis venas y me encendía. Sentía fuego y hielo correr por mis venas al mismo tiempo. Eso solo podía ser llamado odio; en su más pura y vital forma.

-Mán—da—se-los—tú. Pron—to—lo—ve—rás.-escupí entre dientes.

Hizo presión en mi cuello y sentí sus uñas clavadas en mi garganta, ejerciendo tanta presión que debería estar ahogándome o lloriqueando que me soltara, pero no. Me habían echado a perder mi primera fiesta en Raleigh, me habían atacado en el hospital y en la fiesta de la fogata, y ahora, justo ahora, habían arruinado uno de mis mejores momentos y estaban atacando a MI novio.

Megan me elevó un poco, cortando totalmente mi suministro de oxígeno, para después dejarme caer. Luché para respirar, pero antes de lograr hacer nada, me dio una fuerte patada en el estómago con la punta de su zapato, haciendo que casi vomitara todo y que aullara del dolor. Brincó hacía mí, pero logré rodar hacía un lado. Lanzó un fuerte y agudo grito que casi me hizo pensar que se le debía estar desgarrando la garganta.

Intentó darme un golpe con el puño, pero me incorporé y alcancé a saltar a un lado, mientras su puño golpeaba el suelo y rompía el piso. Traté de correr hacía Lucas, para ayudarlo, pero Megan me tomó del cabello y me jaló hacía ella. Me quité el zapato y se lo lancé a la cara, el cual dio en el blanco e hizo que me soltara.

Corrí hacía Lucas y arremetí contra Taylor, alejándolo de él. Puse mis manos en sus mejillas y elevé un poco su rostro. Puso sus manos en mis hombros y se puso de pie delante de mí; ya se veía con más fuerza.

-Tu amor por tu noviecita hace que te desconcentres y te vuelvas mas débil, Lucas.- nos dijo Taylor, con esa macaba sonrisa que me asqueaba.

-Es tan divertido ver como la tontita llora por que piensa que me mataremos.- rió Megan. Esa confesión hizo que algo dentro de mí estallara, queriendo arrancarle la sonrisa de su rostro.- No sabes lo patética que es lloriqueando por ti, mientras tu le guardas tantos secretos y le dices tantas mentiras.

-¿De qué habla?-chillé.- ¿De que mentiras está hablando?

Lucas tragó saliva y me miró a los ojos.- Dest, no le creas. Quiere que dudes de mí para debilitarnos. - me dijo con la cabeza baja, pero algo en su expresión me hizo dudar de sus palabras. Estaba todo golpeado y sangraba por la boca y por la nariz.

Caminaron hacía nosotros, con paso amenazante. Yo sabía que, si decidían volver a pelear, no lo soportaríamos. Estábamos muy cansados mientras ellos parecían frescos y descansados. Nos escrutaron con la mirada, como un cazador que estudia con detenimiento a su presa.

-Háganme lo que quieran a mí.- les dije. Lucas tensó su brazo que estaba alrededor de mi cintura mientras intentaba liberarme.- Pero a el déjenlo en paz.

-Que tierna. ¿Harías cualquier cosa por el, verdad?- preguntó Megan actuando como si de verdad le hiciera sentir algo. Asentí a regañadientes y me separé de Lucas.

-Solo déjenme despedirme.-les pedí. Ellos se quedaron serios, pero un brillo de burla brillaba en sus ojos.

Pegué mi frente con la de Lucas mientras mis manos descansaban en sus mejillas y miraba al suelo. Sus manos se cerraron en torno a mis muñecas, como grilletes, tan fuerte que dolía.

-No te voy a dejar.- susurró. Se me hizo un nudo en la garganta pero sacudí mi cabeza.- Dest, prometí cuidarte, y eso haré. No vas a salir de este lugar con ellos. Saldrás conmigo sana y salva.

-¿Cómo hago si quiero crear un escudo o algo?- pregunté ignorando sus palabras. Me dirigió una mirada escéptica.- Lucas, por favor, te ruego que me lo digas.

-Debes concentrarte en ello con todas tus fuerzas, y creer que es real. Pero no lo has hecho nunca y necesitas muchísimas fuerzas.- me susurró con sus manos igual de fuertes.

-Confía en mí.- le pedí. Acaricié su mejilla y me acerqué mis labios a su oído.- Te quiero.

Besé su mejilla y logré liberarme ya que mis palabras lo dejaron helado. Caminé hacía Megan y esta me jaló del cabello. Sonrió y acercó sus colmillos a mi cuello bruscamente. La ira se hizo su lugar dentro de mí, viendo su expresión triunfante y su sonrisa descarada. Abrió la boca y sus dientes rozaron la piel de mi garganta.

-¡Ahora!- le grité a Lucas.

domingo, 2 de mayo de 2010

31.1 Baile

Su mirada me dijo todo lo que necesitaba saber…

-No.- dijo temblando. Su voz era seria y su mirada me dijo que no estaba mintiendo. El sudor comenzó a caer por su frente. Se puso pálido, muy pálido, más que el papel.

-¿Lucas, estás bien?- le pregunté asustada. La última vez que lo había visto así fue cuando se sentía mal, pero ya había pasado algún tiempo desde eso y el me había prometido que me diría si se sentía mal.

-Si.- dijo algo cansado.- Solo tengo sed.

Me levanté y fui a comprarle un refresco. Regresé y le extendí la mano para que lo tomara. Lo bebió en un instante y me sonrió ya más calmado.

-No sé como, pero hoy dormirás en mi casa.- dije pensándolo seriamente. Damen odiaba que Lucas durmiera en la casa, hasta había puesto horarios de visita con el consentimiento de mi padre, que era igual de reacio a la idea de que Lucas y yo pasáramos mucho tiempo juntos.

Gracias a Dios, mamá y Ev se encargaban de ayudarme a “ocultar” a Lucas hasta que ya no pudiéramos más y se fuera a su casa. Si mi papá o Damen se enteraran seria adiós a mi libertad, pero estaba dispuesta a correr el riesgo por estar con él.

-Tu querrás que Damen me mate…- dijo riendo. Me uní a su risa, tan calmada y despreocupada que casi olvido que era muchos años mayor que yo.

-Trevor me hubiera dejado…- dije sin pensarlo. Me miró serio mientras su risa se apagaba y acariciaba dulcemente mi mejilla, con la mirada preocupada, como esperando a que rompiera en llanto y listo para abrazarme.

Después del incidente con lo de mi hermano, mi familia y mi ahora novio, se habían visto obligados a dormir conmigo, gracias a mis constantes pesadillas y gritos de terror por la noche. Algo en mí quería creer que al que había visto no era mi hermano, que era solo una ilusión, pero se había visto y sentido tan real que no lo podía creer, pero yo estaba segura de que el nunca me habría hecho daño.

Y Katherine… solo la había visto una vez después de que se ofreció a ser mi hermana.

-¿En qué piensas?- dijo Lucas tomando mi mano e interrumpiendo el hilo de mis pensamientos. Me miró y me sonrió algo frustrado. Odiaba que no lo dejara ver lo que estaba pensando, pero respetaba mi privacidad.

-Nada.- le respondí demasiado rápido como para sonar sincera.

-Dest… ¿no confías en mí?- pude ver un brillo de dolor en su mirada al decir eso.

-Si confío, solo que es un poco raro.- dijo apenada. Dio un ligero apretón a mi mano e hizo ademán de que siguiera.- Lucas, es solo que no se a donde me está llevando todo esto.

-¿A que te refieres?- preguntó muy calmado. Estaba conteniendo las lágrimas, pero no quería llorar. Había prometido que nadie me vería llorar, pero era tan difícil.- Dest, ¿Qué tiene de malo llorar?

-¿De que hablas?- pregunté como si lo supiera a que se refería. Suspiró y quitó una lágrima de mi mejilla.

-De que quieres llorar pero no lo haces. ¿Sucede algo de lo que quieras hablar?- su voz tan cálida y abrasadora que era difícil negarle algo.

-Hace 2 semanas creí ver a mi hermano muerto. Yo se que lo vi aunque ustedes digan que lo imaginé. Yo sé que no estoy loca, sé lo que vi y se que vi a mi hermano. Lo extraño como ninguno de ustedes tiene idea. Lo amaba como a nada en el mundo y me dejó sola aunque el prometió que nunca lo haría. Ahora me da terror que mi novio me deje sola tal y como hizo mi hermano…- mi voz se quebró al decir eso.

-Dest…- dijo Lucas tiernamente acunándome contra su pecho. No lloré, no iba a llorar. Solo recargué mi cabeza en su pecho, dejando que me cubriera con sus brazos de todo y de todos, borrando cualquier cosa que me pudiera preocupar o doler. El estaba conmigo, lo que más había querido desde que lo conocí, y debía de sentir que todo iba bien, pero simplemente no era así. Algo se sentía mal, sentía que algo iba a salir mal, pero no sabía que.

-¿Listo para el baile?- le pregunté ya que me sentí más calmada. Me sonrió divertido y asintió.- Solo te advierto que tengo 2 pies izquierdos.

-Y tal vez yo tengo 2 derechos.- dijo riendo, con las miradas de todos sobre nosotros.- Combinación perfecta.

-Si te quedas conmigo, siempre.- susurré en su oído. Ahogué una risita al ver como se estremecía.

-Tenlo por seguro.- respondió.- Tenlo por seguro…




-¡Estas hermosa!- gritó mi Ev cuando ella y mamá terminaron de arreglarme.- ¡Prima! ¡Estás más hermosa que nunca!

-¿Debería ofenderme por el comentario?- dije en son de broma. Ella titubeó un poco y corrió por toda la habitación buscando un poco de rimel para ponerme, obviamente ignorando mi pregunta.

-Lo que Ever quiere decir es que te ves preciosa, cariño.- dijo mi mamá, mirándome orgullosa, aunque no estaba segura de si era por su trabajo en mí o por mí.- Destiny, claro que es por ti.

A veces olvidaba que mi mamá y todos en mi familia podían oír lo que estaba pensando, así que tenía que tener cuidado con lo que pensaba o ocultar mis pensamientos.

Mi mamá, tenía una mirada melancólica, casi decepcionada. Bajé mi mirada a mi ropa, buscando lo que la tenía así, pero solo encontré mi vestido azul como el lapislázuli, de un azul eléctrico. El corpiño era sin tirantes ni mangas, dejando expuestos mis hombros y mis brazos, era ceñido hasta un poco más debajo de mi cintura y la falda era un poco abombachada por la crinolina y me llegaba un poco más arriba de la rodilla. Las zapatillas (lo suficientemente altas como para que me matara) eran del mismo color eléctrico que el vestido, y estaban atados a mis tobillos por delgados listones.

El cabello lo llevaba planchado y me llegaba más debajo de los hombros. Llevaba un collar plateado con algunas piedras preciosas de mi mamá y unos pendientes a juego de Ever.

-Recuerdo mi primer baile con tu papá.- dijo mi mamá mirando al vacío, recordando su primer baile. Su delicado peinado de rizos y el gran vestido que llevaba puesto.- Ahí nos conocimos, y ahí nos enamoramos. Fue amor a primera vista.

-¿Y tu, primita?- pregunté imaginándome a mis padres en un baile hace cientos de años, donde todo era más fácil. Ever soltó una melodiosa risotada y suspiró poniendo su mano sobre su corazón.

-Nos conocimos un día en un parque en Londres. Yo iba caminando distraída pensando en que mis padres me habían conseguido un prometido, y de repente, levantó la vista y ahí estaba parado frente a mí.- dijo ida. No estaba con nosotras, estaba en ese día que nos estaba contando.- Nos saludamos, nos conocimos, me invitó a un baile, me besó por primera vez y todo es historia. Cancelé mi boda y Damen fue y pidió mi mano. Mis padres lo desaprobaron al principio, pero me dio igual, yo lo amaba y mi tía Elizabeth y mi tío Robert me apoyaron.

-Un momento,- dije atónita, procesando la información.- ¿Estabas comprometida cuando conociste a Damen?

-Si, en mi época, si tenías 17 años y no estaba comprometida o tenías esposo, ya no te casarías jamás.- dijo con amargura.- Yo ya tenía esa edad y encontraron a alguien dispuesto a casarse conmigo, hasta que conocí a Damen.

-¿Y tu prometido no se molestó?- pregunté sorprendida por su aclaración.

-No. Le dio mucho gustó. Éramos amigos de niños y ambos sabíamos que no nos amábamos, pero nos estábamos haciendo un favor.- dijo sonriendo.

-¿Y quién era el?-pregunté queriendo conocer al que pudo haber sido mi cuñado. Mi madre y mi prima se dirigieron una mirada nerviosa y sonrieron sin contestarme.

-¡Dest, Ev, Elizabeth!- gritó mi papá desde abajo.- ¡Si Destiny quiere ir al baile que sea antes de mañana!

-Andando.- dijo mi mamá. No lo olvidaría, iba a averiguar quien era aquel prometido que no me quisieron mencionar.




-¡WOW!- dijeron Damen, Lucas y mi papá cuando bajamos las escaleras. Lucas sonrió coquetamente mientras me miraba con detenimiento de pies a cabeza una y otra vez. Damen le dio un fuerte codazo en las costillas, sacándolo de su trance y todos reímos, pero Lucas nos fulminó con la mirada.

Iba vestido con un elegante traje negro, que lo hacía ver incluso más hermoso que de costumbre. Iba con su cabello rubio despeinado, pero igual se veía más que perfecto y esa sonrisa que hacía que me derritiera no podía faltar.

-Estás preciosa.- dijo acercándose a mí y rozando ligeramente nuestros labios. Todos carraspearon ruidosamente y yo me ruboricé.- Esto es para ti.

Me extendió un ramo que rebozaba de rosas rojas y orquídeas blancas. Hundí el rostro en las flores e inspiré su dulce aroma. Corrí y lo abracé lo más fuerte que pude.

-Me encantan.- susurré en su oído lo suficientemente fuerte para que solo el oyera, ignorando los carraspeos y zapateos impacientes de mi familia.

-Hora de que se vayan.- dijo Damen casi gruñendo y separándonos sin importarle mi enojo.

-Tienes razón. Te la devuelvo mañana.- bromeó Lucas, pero solo logró que mi padre también le gruñera.

-No empieces, Lucas, que vas a lograr que no vaya.- rió mi prima.

-Ya váyanse antes de que me arrepienta.- dijo mi papá, aún molesto.



Llegamos a la escuela y me quedé embobada viendo todas las decoraciones. Era el lugar más hermoso que había visto nunca en la escuela. Estaba decorado con pequeñas lucecitas que volaban por todo el salón; había fuentes en medio; mesas hermosamente decoradas con delicados arreglos de flores; había una pista de baile que era sutilmente iluminada por las pequeñas lucecitas; romántico y hermoso era quedarme corta.

-¡Destiny!- gritó alguien a mi espalda. Me giré y solo logré que mi autoestima cayera hasta el suelo al ver a Bel y a Cam vestidas con vestidos que resaltaban sus preciosas figuras. Sus largas piernas eran visibles con sus vestidos hasta las rodillas. Sus pieles eran todo flores y crema, hermosamente maquilladas y peinadas como diosas.

-No me hagan esto, por favor.- casi lloré.

-¿De que hablas?- preguntó Cam confundida mientras enarcaba una ceja.

-Mi autoestima está por los suelos al verlas tan hermosas.- dije decepcionada de mi misma. Me había sentido hermosa antes de verlas, ahora eso era tiempo pasado.

-¿De que hablas?- preguntó Lucas molesto.- Estás más que hermosa. Ellas son de mentiras, mi amor.

Ambas lo fulminaron con la mirada y yo me encogí de hombros. Shane y Dean les llegaron por la espalda y las abrazaron.

-Todas están preciosas.- dijo muy caballerosamente Shane.

-Whoa, whoa, whoa... ¿Mi amor?- preguntó Bel después de un rato.- ¿Ósea que ya son novios?

-Si. -Dije apenada. Fue un gran error. Bel y Cam empezaron a gritar y felicitarme, realmente felices de mi nueva relación. Corrieron a abrazarme, logrando que casi nos caigamos.

-Ni lo piensen.- dijo Lucas abrazándome por la cintura y sonriendo.- Es solamente mía. Ellas bufaron pero se fueron con sus novios haciendo gestos de: “Ni que la quisiéramos tanto.”

-Eso fue cruel.- dije riendo. El acarició mi mejilla y buscando mi mirada.

-Era enserio.- bromeó.- No pienso compartirte con ellas.

Me condujo a una mesa donde estaban Bel y Dean, Cam y Shane, y sorprendentemente, Blair y Andrew. Se me hizo un nudo en la garganta al ver a Jake sentado con expresión indiferente cuando me senté.

Platicamos un rato, hasta que una canción un poco romántica comenzó a oírse y todos nos levantamos. Caminamos Lucas y yo tomados de la mano hasta la pista de baile, ignorando a todo y a todos.

-¿Me concede esta pieza, mademoiselle?- dijo con perfecto acento francés, con una sonrisa traviesa y extendiendo su mano para que colocara la mía sobre ella.

-Será un placer.- respondí.

Rodeó mi cintura con sus brazos y me estrechó contra su cuerpo. Puse mis brazos alrededor de su cuello, indispuesta alejarme de el. Enterré mi cabeza en su pecho e inspiré su dulce y embriagador aroma, y pude sentir que el hacía lo mismo pero con mi cabello. Comenzamos a movernos al compás de la canción, meciéndonos de lado a lado, sin preocuparnos por el ritmo de los demás, solo por estar juntos.

I never gone with the wind
Just let it flow
let it take me where it wants to go
Till you open the door there's so much more
I've never seen it before
I was trying to fly but i couldn't find wings
You came along and you changed everything


-Si te digo que me encanta bailar contigo, ¿Me crees?- susurró en mi oído mientras bailábamos.

-Por supuesto.- le respondí, mi voz ahogada por su pecho. Sentí como mi corazón comenzó una carrera a no se donde, solo sabía que ahí debía estar Lucas por lo rápido que iba.


You lift my feet off the ground
you spin me around
you make me crazier, crazier
Feels like i'm falling
And i
Lost in your eyes
you make me crazier, crazier, crazier



- Si te digo que eres hermosa, ¿Me crees?- preguntó después de un momento. Lo abracé con más fuerza y suspiré llena de felicidad.


-Claro.-le contesté, sintiéndome la chica más feliz de todo el universo por poder oír eso de la boca de la persona que más amaba en todo el universo.



I watched from a distance as you
Made life your own
Every sky was your own kind of blue
And I wanted to know how that would feel
And you made it so real
You showed me something that I couldn't see
You opened my eyes and you made me believe



-Si te digo que no puedo ni quiero vivir sin ti, ¿Me crees?- preguntó con la voz ahogada en mi cabello. No podía creer que unas cuantas palabras me hicieran sentir de la forma que el hacía; sentir como si algo dentro de mi se derritiera y formara algo totalmente nuevo y perfecto que no tenía comparación con nada que alguna vez hubiera conocido.


-Desde luego que sí.-respondí mientras asentía con la cabeza.



You lift my feet off the ground
You spin me around
you make me crazier, crazier
Feels like im falling And i
lost in your eyes
you make me crazier, crazier, crazier
Oh-oooh
Baby you showed me what living is for
I don't want to hide anymore
Oh-oooh



-Si te digo que no hay lugar más perfecto que en el que tu estas, ¿Me crees?- volvió a formular una pregunta. Cada palabra parecía quedar cincelada en mi mente y en mi corazón. Cada latido de mi corazón parecía un paso más lejano de mi cordura.
-Si. Si te creo.- le respondí una vez más.



You lift my feet off the ground
You spin me around
You make me crazier, crazier
Feels like im falling
And I'm lost in your eyes
You make me crazier, crazier, crazier
Crazier
Crazier


-Si te digo que te amo más que nada en el mundo y que nunca más volveré a ser el mismo por el simple hecho de que estés conmigo, que me abraces y me beses y saber que estás aquí y que verdaderamente eres real, ¿Me crees?- preguntó dulcemente cuando terminó la canción.



No pude responderle, las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas con una facilidad sorprendente. No estaba triste, no con lo que acababa de oír. No podía sentirme triste con Lucas en mis brazos. No podía formular ningún pensamiento coherente.

Levanté mi barbilla y me topé con su mirada, siempre cálida y abrasadora en mis labios. Lo besé. No podía concebir momento más perfecto que aquel. No podía concebir a nadie más perfecto que mi novio.

Cuando levanté mi mirada, lo que vi me aterrorizó. Todo estaba congelado. El salón estaba todo como cuando le pones pausa a una película, todos inmóviles, todos en silencio. Lucas me miró incrédulo, al parecer solo nosotros nos podíamos mover.

Había un chorro de agua que caía de la fuente que se quedó congelado a medio camino. Cuando lo toqué para confirmar que no lo estaba imaginando, se incendió y desintegró en el aire.

-¿Qué… qué está pasando?- pregunté apenas hábil de articular palabras.

-No… lo… sé.- respondió Lucas igual de aterrorizado que yo.

Lucas tocó una mesa que había junto a nosotros, y sucedió lo mismo que con el agua; se incendió y desintegró en el aire. Aplausos y risas descaradas se oyeron a nuestras espaldas.

Taylor y Megan.

¿Es qué alguna vez nos dejarían en paz?


---------------------------------


Ahora si no tengo excusa. Perdon!! :$
Se qe me tarde mucho, && enserio lo siento, ):
Ahorita estaba terminando el capp)':
En lo personal, a mi me encanta♥


pasense x ese blog, es una amiga, en lo personal, amo como escribbe(:
&& un favor para Suseej(;
para las qe conocen su blogg, la mensitaXD cambio el link de su Blog "Mi diario" && me pidio de favor que se los pusiera.. jajajaja




Mil veces perdn..
:$
Una cosa mas, comenten!! La ultima entrada comentaron menos. Ahh, y no, no dejare de escribir en este blogg x escribbir en el otro, este es mi prioridad(:

PERDON!!

ilyy♥
BiancaaB' ♥