Soulmates

Sola. Esa fue la unica palabra que logró penetrar mi caparazón.



miércoles, 20 de octubre de 2010

7.2 Correr


-¡Jake!- grité en el pasillo de la escuela.

Miró sobre su hombro y cuando vio que se trataba de mí, aceleró el paso. Otra puñalada en el pecho. ¿Qué pasó con el chico que dijo que sería mi amigo pasara lo que pasara? Demonios. Tenía que dejar de creer en todo lo que me decían pues a estas alturas ya debía de saber que no todo lo que te dicen las personas es verdad todo el tiempo.

-¡Deja de ignorarme!- volví a gritar. Todos a mi alrededor se voltearon a verme, con expresiones de: “¿Y a esta loca que le pasa?”. Siguió caminando y solo se me ocurrió una cosa para llamar su atención.- ¡¿O sea que así terminas conmigo?! ¡No puedes terminar conmigo porque yo termino contigo!

Y todo a mí alrededor se detuvo. Las personas me miraron sorprendidas como preguntándose qué rayos pasaba ahí. El buen chisme jamás pasaba desapercibido para nadie y mucho menos si se trataba sobre los guapos Jake Adams y Lucas Russo. Oí risitas jocosas a mi lado, de chicas interesadas en alguno de ellos y las fulminé con la mirada, mostrándoles que no había camino libre para ninguna. Mis buenos modales ya se habían acabado. Haría que me escuchara costara lo que costara.

Jake se detuvo en seco y dio media vuelta para caminar hacia mí. Los ojos le chispeaban y tenía la mandíbula más tensa de lo que jamás había visto. No se detuvo frente a mí. Me tomó del brazo y me jaló afuera del edificio sin darme oportunidad de mirar por donde caminaba para no tropezarme; en vez de eso, solo aplicaba más presión a mi brazo y me levantaba cuando estaba a punto de caer.

Me llevó así un buen tramo, ignorando mis protestas y jaloneos con tanto ímpetu que me pregunté si realmente no oía. Por fin, nos detuvimos lo suficientemente lejos de la escuela como para que nadie oyera nuestra próxima “discusión.”

-¡¿Qué demonios te pasa?!- gritó después de un momento de silencio incómodo.
No me quitaba los ojos de encima y en ese momento desee como loca volver a sentir su cálida mirada sobre mí. Entornó los párpados y bufó ruidosamente cuando no respondí nada. Solo me quedé ahí, viendo como toda la furia era descargada; como la tormenta destruía todo.

-¿Quieres que piensen que salimos? ¿Qué Lucas se entere de tu mentira?- ladró.
Me hizo pensar en lo que había hecho. Me había metido en un gran problema al tratar de resolver uno menor pero no de menos importancia. Si Lucas se enteraba de lo que yo había gritado a la mitad del pasillo, sería casi - si no que completamente- imposible convencerlo de lo contrario.

-Lo siento.- fue lo único que pude decir, aunque no estaba segura de si lo decía por la mentira o por lo que había sucedido fuera de mi casa días antes.

Me miró directamente a los ojos y pude percibir un rastro de tortuoso dolor en ellos. Quería confortarlo, hacerlo sentir tan bien que aquello desapareciera de su mirada. Fui una pésima amiga con él. Desde que había comenzado a salir con Lucas, me había olvidado de mis amigos y de que fuera de él también tenía una vida aparte. En cambio mis amigos no, ellos habían intentado procurarme todo lo posible y jamás habían cuestionado mi horrible monopolización. Simplemente me aceptaban como era.

-No. No lo sientes.-suspiró cubriéndose el rostro con el brazo.- Si lo sintieras no habrías dejado que Lucas se saliera con la suya y se quedara con todos tus poderes.
-Jake, no me digas que esto es sobre...

-¿Celos? Si. Estoy celoso. Odio ver como se abrazan. Como se besan. Como sonríes cuando lo ves, por más triste que estés.- podía ver el odio y el rencor en su mirada, como ácido quemándolo por dentro.- Odio la idea de qué probablemente ya hicieron el amor.

No lo dejé seguir con sus quejas. Hice volar su rostro a un lado con la fuerte cachetada que le propiné con todas mis fuerzas. Esperaba que le doliera hasta el alma aquel golpe, pero solo sonrió socarronamente, como si le hubiera hecho cosquillas.

-¿Realmente crees que Lucas seguirá contigo una vez que logre seducirte y te lleve a la cama?- preguntó, frotando su mejilla que llevaba marcada mi mano.

Lo miré horrorizada y al borde de las lágrimas.

-Sé lo que te digo.- se mofó.- Ya tiene lo que más quería; tus poderes. Una vez que logre acostarse contigo, te abandonará como a un juguete viejo.

Y eso bastó para hacerme dudar de todo lo que Lucas alguna vez me había dicho.

...


-¿Cómo te fue hoy?- preguntó Lucas una vez que estuvimos dentro de su auto.
Extrañaba mi auto. Extrañaba estar molesta y poder conducirlo a cualquier lugar menos a casa; sentir el viento golpear mi cara y revolverme el cabello con fiereza. Pero desde que fui "raptada" por Megan y Taylor, lo había perdido por completo. Ahora, tenía que pedirle a Lucas o Ev y Damen que me llevaran a donde tuviera que ir. Y lo odiaba.

Encendió el motor y el suave ronroneo del mismo me hizo estremecer, como si me hubiera atrapado por sorpresa aún cuando no fue así. Intentó acercarse y besarme, pero me alejé para evitar eso. Me miró extrañado más no dijo nada. Sabía que estaba molesta por algo, pero no sabía por qué. Ya había protegido mis pensamientos.

No dijimos nada. El auto comenzó a moverse silenciosamente en la carretera como un fantasma a través del bosque. La lluvia caía copiosamente, un reflejo de cómo me sentía. El tiempo pasaba y no llegábamos a ninguna parte, como si supiera que no quería llegar a casa. Los árboles pasaban rápidamente a nuestro lado, tan rápido que parecían una muralla en la carretera. El silencio se instaló entre nosotros, pero cada minuto que pasaba, era como si nos apartara más; nos alejara. Esa sensación me sobrecogió repentinamente sin dar aviso y miles de sentimientos se arremolinaron en mi pecho para llenarme los ojos de lágrimas.

Estaba atardeciendo, justamente el crepúsculo, así que cuando llegamos al centro de Wake Forest, las luces ya adornaban la pequeña ciudad.

-¿Es cierto lo que me dijeron?- pregunté sin mirarlo.

Tenía la mirada fija en la ventana, viendo las luces de la ciudad, para evitar que me viera llorar. Me sentía con el orgullo tan grande que no estaba dispuesta a dar explicaciones. Ni si quiera a él.

Detuvo el auto frente a una vieja cafetería de aspecto ligeramente rústico y acogedor. También miró por la ventana un largo rato hasta que suspiró y colocó sus manos en mis hombros.

-Depende. ¿Qué te dijeron de mí?

Quería gritarle a la cara lo que Jake me había dicho. Quería que me lo negara. Quería que me dijera que no era cierto. Pero no podía hablar. Sentía que en cualquier momento los sollozos se me escaparían y rompería en un violento llanto.

-Que solo me querías para acostarte conmigo.- dije. De alguna forma, mi voz se oyó seria, como un reclamo.

-¿Enserio piensas eso de mí?

-¿Cómo se supone que sepa?-respondí. Abracé mi abdomen, pues temía desmoronarme ahí mismo, y eso de alguna forma lo hacía parecer un poco menos imposible.

Miré al frente, elevando mi barbilla y la frente en alto. Me estaba costando mantener aquella postura, pero era lo único que podía hacer para no llorar, mostrarme altanera, tanto como se pudiera. Lo oí quejarse. Un sonido proveniente de su garganta lleno de dolor y vergüenza. Cerré los ojos con fuerza y tomé otra bocanada de aire para no romper mi actitud.

-Mírame.- pidió.- Mírame a los ojos, por favor.

Negué con la cabeza.

-Por favor.- repitió.

Abrí la puerta del auto y bajé a toda velocidad. Comencé a correr por la calle. Me sentía herida, traicionada. No lo había aceptado, pero tampoco lo había negado.

Corrí. Corrí hasta que las piernas me parecieron imposibles de mover. Hasta que los pulmones me ardieron. Hasta que la lluvia era lo único que se sentía real. Corrí hasta que ya no había nada de lo que escapar.

Me detuve cuando ya no pude más y estaba completamente empapada. Probablemente necesitaría ir al doctor por la recaída que sufriría, pero, ¿eso realmente importaba?

Me sentía frágil y pequeña, insignificante para el mundo. ¿Qué dolía más? ¿El enterarme que mi novio solo me quería para divertirse o el nunca haberme dado cuenta?
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Siento la tardanza. Pero es que qeria compartir algo con ustedes :)
Esta temporada, sera la mas larga que jamas escribire :D Aqui es donde comienzan los problemas reales, todo lo que pasara en la historia. Segun yo seran unas 4 temporadas, pero ahi depende de ustedes :$ De si les gusta o no. Ya nos iremos dando cuenta:)
Me despido con un beso y un abrazo para todas ♥♥
Cuidensee;;
xoxo♥

domingo, 17 de octubre de 2010

Pensamiento.

Chicas, este no es un capp como podran ver. Es solo algo que se me ocurrio en un momento de depresion. Espero que les guste.


"¿Quieres saber que veo cuando me miro en el espejo? Me veo a mí y a todo lo que me hace ser como soy.
Veo a una chica que sufre por la decepción y le duele el engaño. Veo a una chica que llora en las noches por un chico que no le corresponde y que aun así lo vuelve a intentar todos los días. Una chica que no importa cuán lastimada este, siempre dará lo mejor de ella e intentara hacer sentir bien a los que ama. Esa chica hará hasta lo imposible por ayudar a su mejor amigo; lo ayudara a levantarse aunque ella misma no pueda sostenerse en pie.
Veo a esta chica que es tímida y soñadora. Que cree que el amor puede con todo y aunque no lo ha experimentado, tiene fe en ello. Una chica que puede que no tenga un millón de amigos, pero los pocos que tiene son de verdad su mundo. Una chica que es tímida y reservada, feliz y atolondrada, que ríe y llora.
Veo a la chica que ha visto mil razones por las cuales no vale la pena vivir, pero también ha visto mil y un razones por las cuales si vale la pena hacerlo y ha decidido seguir con su camino.
A esta chica la han lastimado de un millón de formas diferentes, marcándola de por vida, pero sabe que todas esas marcas, son lecciones que tendrá en mente toda su vida y la ayudaran a ponerse de pie después de cada caída que sufra.
Una chica que se esconde tras una máscara de sonrisas perfectamente colocada para disimular el sufrimiento detrás de ello, solamente para que los demás no se preocupen por ella.
Una chica que ríe, sueña, llora, grita, ama, odia, sufre, es feliz, infeliz, de todo. Veo a esta chica que vale más que cualquier cosa en el mundo solo por ser ella misma. Una chica que no se da por vencida, porque sabe que por más dolorosa que pueda resultar la vida, no siempre será así. Ella sabe que mirar al suelo no le servirá de nada, que siempre hay que mantener la frente en alto, porque en el suelo solo verá sus pies y siempre habrá algo por lo que seguir adelante porque al final, la vida sigue, pase lo que pase. "


Al final solo queda seguir.
xoxo♥

jueves, 14 de octubre de 2010

6.2 Tonto

Lucas Pov

-¿Alguna noticia?- pregunté impaciente, moviendo el teléfono entre mis dedos con tanta rapidez que Ever gruñó.

-Deja de hacer eso antes de que vaya y te lo arranque de las manos.- amenazó ella.

En cualquier otro momento me habría causado gracia el tono que uso para decirme aquello, pero en ese momento no tenía cabeza para nada. Dest no estaba. Y no sabíamos dónde encontrarla. ¿A quién demonios se le ocurría dejarla ir con Katherine sabiendo que lo que ella más desea es acercarse a su hermana? Solo a Damen.

-Ya dije que lo siento, ¿bien? ¿Qué más quieres oír?- respondió a lo que pensaba, claramente oyendo mis pensamientos.

Volví a crear el muro que protegía mis pensamientos, ansioso por que dejara de hacerlo. Me llevé una mano a la boca y comencé a morderme las uñas como hacía cuando algo me ponía sumamente nervioso. Ev rió débilmente y me dio un manotazo para que dejara de hacerlo; lo odiaba a muerte.

-Quiero que me digas donde encontrarla, imbécil.- ladré.

Negó con la cabeza y Ev se sentó a su lado para después abrazarlo. No podía creer lo mal que me hacía ver ese simple gesto. Bien. Dest solo llevaba aproximadamente cuatro horas con Katherine, pero eso no importaba. La queríamos aquí y ahora. Ninguna charla dura cuatro horas cuando se trata de mi novia.

Me levanté de mi lugar en la sala de los Boudelair y me dirigí a la puerta, dispuesto a no seguir esperando como idiota a que una hoja con el nombre y dirección del lugar conde Dest se encontraba callera del cielo para ir por ella.

-¿A dónde vas?- chilló Ev, que ya se encontraba frente a mí, bloqueando mi salida.- No te puedes ir, Luke.

Sonreí. Ella y Avril eran las únicas personas que de vez en cuando me llamaban así, y hacia tanto tiempo que no lo hacía que algo se estrujó en mi pecho. Extrañaba a Avril. La extrañaba tanto que a veces me preguntaba si me volvería loco por ello. Tenía tantos años que no la veía, que una que otra vez llegué a cuestionarme si ella era real. Pero, tenía que serlo. No tenía tanta imaginación como para inventarme a alguien tan hermosa como ella.

Además, tres meses atrás había hablado por teléfono con ella y no había podido evitar derramar algunas lágrimas cuando ella rompió en llanto, argumentando que era alguna alergia. La conocía demasiado bien como para saber que mentía; lloraba porque me extrañaba tanto como yo a ella.

-¿La extrañas, cierto?- preguntó Ev. Solo asentí y la rodeé en un abrazo.

Ella correspondió a mi abrazo, rodeando mi cintura y recargando su cabeza sobre mi hombro con tanta dulzura que sentí la necesidad de retenerla ahí todo el tiempo posible.

Existen diferentes tipos de amores. El amor de amigos, como el que siento por Ev y Damen. El tipo de amor que no puedo nombrar y explicar, como el que siento por Dest. Y el amor de familia, como el que sentía por mi familia, Robert y Elizabeth. Todos tan diferentes pero a la vez tan iguales que en algunas ocasiones alguien puede llegar a confundirlos.

Había estado solo tanto tiempo que, a cierto punto, me había vuelto algo huraño y reacio a entablar una relación seria con alguien, no importaba cual fuera la intención de esta; amistad, noviazgo, etcétera. Las únicas personas que durante ese tiempo lograban llegar a mí, habían sido obviamente Ever, Katherine, Avril y Damen. Y, para mi fortuna-desgracia, había llegado esa chica de cabello chocolatoso y ojos verde claro para cambiar todo eso.

-No tienes idea cuanto.- dije, refiriéndome a Avril.

-Vamos, sabes que ella está bien. Siempre ha salido adelante sola, nunca nos ha necesitado.- me confortó Ev, acariciando mi espalda. Sonrió cuando me estremecí y besó mi mejilla.- Te quiero.

-Yo también te quiero...- respondí sonriendo.- Matar.

Hizo mueca de estar ofendida, realmente ofendida y me soltó. Arrastró los pies hacia donde estaba Damen y se sentó a su lado. El la rodeó en otro abrazo y me sonrió débilmente, como si llevara varios días sin dormir y estuviera realmente cansado.

-Lo siento.- suspiré finalmente. Ambos levantaron la cabeza y me miraron sorprendidos, como si aquello hubiera sido lo más sorprendente que hubiera dicho en varios años.- Ev, sabes que te amo. Que eres la mejor persona que he conocido y eso jamás cambiará. Y tú Dam, siento comportarme así, no es tu culpa. Solo me siento un poco… desesperado.

Damen se puso de pie y me dio un ligero golpe en el hombro. Rió suavemente y le regresé el golpe. Me retó con la mirada y pronto estuvimos dándonos golpes juguetonamente en el suelo. Oí a Ever suspirar y caminar hacia el teléfono, que sonaba insistentemente.

No supe cómo, pero de un momento a otro, nos encontramos pegados en paredes contrarias de la habitación sin posibilidad de movernos. Damen y yo nos dirigimos una mirada confundida hasta que vimos a Ever en el marco de la puerta sosteniendo el teléfono en una mano mientras la otra la tenía sobre su corazón.

-Ya sé dónde encontrarla.- Eso fue lo único que tuvo que decir para ponernos en marcha.





Golpeé la puerta y se abrió, pero quedó una gran marca en la madera que probablemente después debería pagar. ¿Qué más daba? Yo quería sacar a mi novia de ahí.

Me detuve un momento y sonreí. Nunca me había detenido a pensar en lo hermoso que sonaba esa palabra en mi mente. Nunca me había puesto a pensar en que todo lo bueno de mi vida, era gracias a ella. Tan solo teníamos unos pocos meses sosteniendo una relación “oficial” y ya sentía que la conocía de toda la vida.

-Reacciona, imbécil.- dijo Damen después de golpearme en la cabeza sacándome de mis ensoñaciones. Gruñí y le regrese el golpe, pero antes de seguir con la pelea, Ever pensó:

“Déjense de sus estupideces que no estamos aquí para eso.”

Ambos asentimos y cada quien tomó un camino diferente para buscar por la casa. Todos estábamos igual de desesperados por encontrarla. Por verificar que estuviera bien.

La llamada de Katherine a la casa nos había hecho ponernos más paranoicos y preocupados que antes. Algo andaba mal. Todos podíamos verlo. Dest se quejaba constantemente de persistentes dolores de cabeza, y dormía más de lo habitual, como si las noches le pasaran en cinco minutos y no descansara. Aquello no era normal.

Caminé por la casa, buscando en las habitaciones, echando ojeadas a las puertas, cuidando no hacer ruido. Claro que ellos ya sabrían que estábamos ahí por el olor, pero aun así, era como si sintiéramos la necesidad de tener cuidado.

“Por aquí.” Pensó Damen.

Ever y yo nos trasladamos a donde él se encontraba, listos para lo que fuera que pudiéramos encontrar. Abrió la puerta cuidadosamente, intentando no hacer ruido alguno.

Dest se encontraba recostada en una cama durmiendo apaciblemente, como si no lo hubiera hecho en años. Revisé el movimiento en su pecho, buscando el vaivén de el al respirar solo para comprobar que todo estaba bien, pero encontré un movimiento brusco y trabajoso, dificultoso. Genial, el frío le había hecho volver la neumonía. El cabello le caí húmedo sobre la frente y cuello, pegándose a su piel por el sudor. Tenía las mejillas coloradas, como si alguien la hubiera maquillado mientras dormía, pero todos sabíamos que no era así.

Desvié mi mirada un poco y vi a Katherine sentada junto a la cama, observándola cuidadosamente. Su expresión era intensa y pensativa, incluso un poco calculadora. Pareció no darse cuenta de que nos encontrábamos ahí, hasta que sonrió y habló.

-Se desmayó.- dijo calmadamente, como si no fuera nada. Se levantó de la silla y se acomodó la falda que llevaba puesta.

-¿Qué le hiciste?- gruñó Ever entre dientes. Damen le colocó una mano sobre el hombro para calmarla, pero ella solo la sacudió. Dio un paso al frente, esperando la reacción de su prima, para a la mejor provocación comenzar a pelear, pero Katherine solo la miró sobre su hombro e ignoró su comentario.

Me relajé un poco. Al menos estaba “bien”, o lo que podría decirse bien. Avancé hasta que estuve de pie junto a la cama y me senté a su lado. Acaricié la curva de su cuello con las yemas de los dedos, removiendo el cabello húmedo de su piel. Quería tomarla en brazos y sacarla de ahí, eso era precisamente lo que iba a hacer, pero algo me detenía y no sabía que era.

Ella se removió inquieta en la cama cuando rocé sus labios con la punta de mi dedo y atrapó mi mano entre las suyas. La acunó contra su mejilla y medio sonrió felizmente. La idea de meterme en su cabeza y ver que estaba soñando era más que tentadora, pero recordé lo mucho que odiaba que hiciera eso. Ella lo veía como una “invasión a su privacidad” pero yo más bien lo veía como “cuidar lo que más amo”.

-¿Qué le sucedió?- pregunté suavemente, cuidando mi nivel de voz para no despertarla.

-No sabemos.- respondió Will desde la puerta, sosteniendo un vaso con lo que todos supusimos era sangre. Arrugamos la nariz y ellos sonrieron. Le extendió el vaso a Katherine, pero ella negó con la cabeza.- Kath me llamó hace como dos horas que Dest se había desmayado. Fui por ellas y las traje de regreso.- suspiró y dio un trago al vaso.- Tenía mucha fiebre. Unos minutos más y hubiéramos tenido que llevarla al hospital.

-¿De qué hablas? Explícate mejor.- exigió Ever en tono caprichoso.

-Ardía en fiebre.- respondió el amablemente, todo lo contrario a ella.

-Eso ya lo dijiste. Duh. Me refiero al hospital.

Will sacudió la cabeza, fastidiado.

-Está enferma. Necesita quela cuiden. No que la saquen a la nieve en pleno febrero.- recriminó él, mirándonos acusatoriamente.

-Lo sentimos…- dijimos los tres al unísono.

-Estudié algo de medicina, pero les recomendaría que la llevaran con su médico de cabecera. Digo, solo para asegurarnos que todo esté bien.- dijo él. Suspiró y abrazó a Katherine, pasando un brazo por su cintura.

-¿Lucas?- llamó Dest desde la cama.

Me apresuré a darle toda mi atención para ver que podía necesitar. En el momento en el que me miró a los ojos, todo volvió a estar bien.

-Estás caliente.- dijo, acunando mi mano contra su mejilla.

-Dime algo que no sepa.- Bromeé. Oí algunas risitas a mis espaldas, principalmente de Ev y Will, ya que al parecer a Damen y Katherine no les hacía mucha gracia.

-Tonto.- murmuró ella.

-Tonta.

-Idiota.

-Mimada.- respondí. Me sacó la lengua y apretó mi mano.

-Prepotente.

-Hermosa.- dije. Ella se sonrojó un poco más, sorprendiéndome al hacerlo, pues creía que su rostro no se podía poner más colorado.

-Sácame de aquí. Quiero ir a casa.- pidió, sentándose en la cama apoyándose en sus codos.

La miré un segundo y supe que haría cualquier cosa para complacerla, no importaba cuan arriesgada o estúpida fuera. Solo quería verla sonreír. Coloqué un brazo bajo sus piernas y el otro detrás de su espalda. La alcé en brazos y me dirigí a la puerta. Hundió su frío rostro en la curva de mi cuello y sentí cuando inspiró mi aroma. Sonreí tontamente.

“Vaya. Esta chica sí que me vuelve loco”.

5.2 Culpa

Katherine.

Me levanté y Damen conmigo, ambos decididos a no hablar con ella. Hizo mueca de dolor, como si mi rechazo le doliera en el alma, pero, ¿acaso debía importarme? No, yo creo que no. Me sacudí la nieve de la ropa y me cubrí con la manta mientras Damen tiraba de mi mano para marcharnos de ahí. Comenzamos a caminar de regreso a la casa, donde sabíamos no tendría el valor de ir, cuando ella me tomó de la muñeca y me jaló hacia ella.

-¿Puedes darme cinco minutos?- preguntó, la voz ronca y rasposa como quien acaba de despertarse aunque estuviera anocheciendo.

-¿Qué tal si tú me das tres mil años y después vuelves?- ladré.

-Por favor…- suplicó ella en un hilo de voz.

Damen tensó su agarre en mi muñeca y me jaló hacia la casa con un poco más de fuerza de la necesaria, haciendo que esta me doliera. Sentía como si su piel estuviera extremadamente caliente a comparación de la mía; probablemente fiebre. Me tambaleé, pero como siempre, Damen evitó que callera y chocara contra el suelo.

-Kath, no es momento.- escupió él.

-Dam, necesito terminar de una vez por todas con esto.- dije, sorprendiéndome a mi misma de hacerlo. El me dirigió una mirada llena de escepticismo, igual de incrédulo que yo.

Katherine parpadeó un par de veces, sorprendida por mi repentino cambio de humor y después sonrió complacida con mi respuesta. Tomó mi mano y me jaló hacia donde ella se encontraba, pero Damen no suavizó su agarre.

-Te advierto algo. Si algo le sucede te vas a arrepentir. Iré y te buscaré y te las vas a ver conmigo.- amenazó Damen, sin dejarme ir.

-No sabes donde vivo.- respondió ella a la defensiva. Algo en la elevación de su barbilla y ese brillo retador en su mirada me recordaron a Ev.

-¿Es amenaza?

-Tómalo como quieras. Y no me amenaces que no sabes de lo que soy capaz.- sonó como si fuera burla, mas la amenaza estaba más que inscrita en sus palabras.

-No.- dijo él con sorna. Negó con la cabeza y sonrió.- Pero Trevor si, ¿verdad?

Ella lo fulminó con la mirada y frunció el ceño, pero aún así, logré captar algo de dolor inscrito en sus facciones. Era como si por fuera intentara mostrar ser fuerte e indiferente a los comentarios de nuestra familia pero por dentro el dolor la carcomiera viva. Como una máscara perfectamente puesta que estaba a punto de romperse.

-Mejor vayámonos ya antes de que me arrepienta.- suspiré. Damen suspiró y Katherine sonrió. Pude ver la burla dirigida a mi mejor amigo.




El camino era silencioso, pero sobre todo, frío. Llevábamos como dos horas encerradas en aquel auto rodeadas de bosque y silencio. Coloqué mis muñecas frente a las rendijas de la calefacción para sentir el tan añorado calor que estas proporcionaban. Suspiré de alivio cuando volví a sentir la movilidad en mis dedos después de un buen rato de no sentirlos. Oí una risita a mi lado, y volví la mirada hacia ella, para ver qué era lo que tanta gracia le hacía. Me sonrió, probablemente esperando la misma respuesta de mi parte, pero hallándome tan hostil como de costumbre.

-¿Y cómo te ha ido?- preguntó amablemente.

Entorné los párpados, sin molestarme en ocultarlo. Ella se estremeció ligeramente, pero no dejó que el auto perdiera el control. Tomó el volante con más fuerza y clavó la mirada en la carretera, como si no le hubiera molestado aquello.

-No sé. ¿Tú qué opinas? Megan casi me mata. Maté a Taylor.- bufé.- Vaya, Katherine, me ha ido genial.

-¿Y mamá y papá?

Tragué saliva, odiando que los llamara de aquella forma. No porque también fueran sus padres, si no porque ni siquiera merecían que ella los llamara de aquella forma, por más que la odiara.

-No es de tu incumbencia.- respondí tajante. Ella volvió a estremecerse.- ¿A dónde demonios me llevas?

-A un lugar que se que te va a encantar.- respondió.

Su voz era tan suave y dulce que por una milésima de segundo, me sentí mal por ella. ¿Qué se sentiría que toda tu familia, incluyendo a tu hermanita que apenas y conoces te odie? Sacudí mi cabeza e intenté regalarle una sonrisa que me salió más como una mueca.

Me hundí en mi asiento y me crucé de brazos, odiando aquel silencio incómodo que se abría paso en el auto. De no ser por el ruido del auto sobre la carretera, el rugido del motor y el sonido del viento golpeando me hubiera vuelto loca ahí con ella. Cerré los ojos y los mantuve así alrededor de media hora, ignorando todo a mí alrededor. Me concentré en oír o mover algo con la mente, pero el silencio de Katherine me dijo que nada sucedía.

Pensé en Lucas. Fue como ver un oasis a mitad del desierto. No podía sacarlo de mi cabeza no importaba cuanto lo intentara. Pensar en el me era tan indispensable como respirar y tan reconfortante como un soplo de frío viento el día más caluroso del verano. Solo ver su imagen en mi mente me hacía sonreír como tonta; mi pulso se desbocaba y sentía la punzante necesidad de besarlo a toda costa en ese mismo instante.

No podía creer que hubiera hecho algo tan bueno como para tenerlo conmigo. Solo. Mío. Y. De. Nadie. Más.

Después de unos minutos, el auto se detuvo y sentí como movieron mi hombro suavemente. Abrí los ojos y me encontré con que me había quedado dormida. Bostecé y estiré mis brazos para despertarme completamente.

-¿Has dormido bien?- preguntó ella.- Hey, no te ves bien.

-Me siento bien.- respondí, controlando mi voz.

Colocó sus manos sobre mi frente y mejillas y las dejó un momento ahí, midiendo mi temperatura corporal. La miré sorprendida mientras me recargaba sobre el respaldo del asiento y ella “cuidaba” de mí. Miré afuera y vi un restaurante algo elegante para mi gusto, pero no me sorprendió, ella siempre había sido un poco elegante.

-Estás ardiendo en fiebre.- dijo finalmente.- ¿Quieres que te lleve a casa?

-Estoy bien, enserio.

-Dest, no hay problema. Hacemos esto después…

-Kath, enserio, puedo hacer esto.- respondí. Abrí la puerta y me bajé del auto.

Sentí el frío viento golpearme con furia, como si deseara hacerme sentir su fuerza para que me alejara, pero no lo lograría, seguiría de pie pasara lo que pasara. Di un paso al frente, y comenzó el dolor.

Sentí un dolor agudo entre las cejas y toda la cabeza. Era como si alguien hiciera presión en mis sienes con sus nudillos. Sentía como si alguien me taladrara la cabeza; el dolor era insoportable.

Caí de rodillas al suelo, la nieve comenzó a derretirse y mi ropa se mojó. Quería levantarme, pero el dolor era tan grande que no podía más que quedarme ahí tirada, retorciéndome del dolor. Katherine me levantó de un ágil movimiento y me sentó en el asiento del auto, cuidando no moverme demasiado.

-Respira y tranquilízate.- me pidió. Sus manos revoloteaban sobre mí, como si no tuviera idea alguna de que hacer.

-Eso…inten…to.- murmuré entre dientes, reprimiendo un grito.

Tomó su celular y marcó un número.

-¿Will? ¿Amor? Necesito tu ayuda. Ahora.- dijo ella, dándole a entender a su novio que era realmente urgente.




No supe quien me bajó del auto ni quien me recostó en una cama. No sabía dónde estaba ni que hora era. Probablemente era muy tarde, pero esa era la última de mis preocupaciones. Sabía que me buscarían por la amenaza de Damen, pero no sabía cuánto tiempo tardarían. Es más, no sabía si realmente querían que supiera donde estaba.

Katherine y Will corrían por la habitación de un lado para otro, buscando lo necesario para “curarme”. Primero un termómetro y después me cubrieron con algunas mantas, cuidando no moverme demasiado para no lastimarme. Todo el cuerpo me dolía. Era como si hubiera hecho algo de lo cual estuviera tan adolorida que apenas podía moverme.

-Kath, llama a Ever.- sugirió Will, con su mano en mi frente.- Bonita, ya verás que te pondrás mejor.- me susurró.

-Will… Ella no…

-Kath, llevas más de cuatro horas sin que ellos sepan nada; necesitas llamarlos.- lo último fue más como una orden en vez de un simple comentario que un novio hace a su novia.

-Está bien…- dijo resignada, la voz llena de preocupación. Tomó el teléfono y salió de la habitación, marcando número frenéticamente, con las manos temblorosas.

-Will… Hazme un favor.- escupí entre dientes como pude, reprimiendo el dolor que sentía en todo el cuerpo; de la cabeza hasta las puntas de mis pies.

-¿Qué necesitas, bonita?

-No le comentes nada a Lucas.- me miró confundido, como si acabara de oír una estupidez de lo más grande.- Por favor. No puede saber.

-¿Por qué?- me cuestionó.

-Porque no quiero que sepa que todo esto es por su culpa.

Perdon!!

Chicas bellas y chicos guapos (si hay chicos:$) Enserio, no se como pedirles disculpas x no pubblicar!
Miren, mi situación emocional no anda muy bn qe digamos, asi qe no tengo nada de ideas.
Ademas, a mi qerida madre se le olvido pagar el internet y no tengo u.u
Ya tengo 3 capps adelantados y diran: "Si no tiene internet, entonces como rayos esta pubblicando esto?" Verdad?
Pues facil. Estoy en la escuela e iba a pubblicar de aqui, pero olvide el usb en mi casa -.-"
Juro que mañana pubblico los 3 capps y algunos oneshoots que tengo :$ Si hoy tengo internet, lo hago hoy mismo.
Yo veo el lado bueno. Este tiempo sin pubblicar me ha dado muchisimas ideas. No tienen idea de que bien me ha caido:D Asi que ahora si tendran una historia fija, no toda malhecha como antesD:
Espero que me puedan disculpar :(
Cuidensee;;
xoxo♥