Soulmates

Sola. Esa fue la unica palabra que logró penetrar mi caparazón.



martes, 1 de junio de 2010

37.1 Suspension

Me desperté en mi cama, perfectamente cubierta con las mantas y vestida. Gemí un poco y giré mi cabeza mientras trataba de recordar que había pasado. Solo recordaba esa voz que me llamó “Su majestad” y después de eso ya no supe nada. El recuerdo del tatuaje se hizo presente cuando estiré mis manos. Giré mi muñeca un par de veces, pero nada; mi muñeca estaba limpia. Tal vez lo había soñado, aunque yo podía jurar que no. Pero las únicas pruebas que tenía eran ese insoportable dolor de cabeza y la extraña sensación de entumecimiento en mi cuerpo… -Hola, Dest.- saludó Dean con una sonrisa en los labios. Lo miré de reojo y le devolví la sonrisa.- ¿Sucede algo? -Hola, Dean, ¿Y Bel?- pregunté algo insegura. Me miró como apenado y señaló su boca, diciéndome que tenían hambre. Un escalofrío me recorrió de pies a cabeza, al imaginarme a mi amiga mordiendo el cuello de alguien para alimentarse.- No va a matar a nadie. Hay otras formas, Dest. -¿Y Lucas?- pregunté poniendo atención a que no lo había visto al llegar y tratando de cambiar de tema. Buscó algo en su mochila y sacó un pedazo de papel perfectamente doblado, que con una letra prefecta que reconocería donde fuera, tenía mi nombre. -Te mandó esto.- dijo entregándome el papel. Miré a los lados buscándolo, pero la nota lo decía todo; no vendría a clases. Tomé el papel con desgane y entorné los ojos sintiéndome decepcionada de no encontrarlo. Abrí el papel y comencé a leer: Dest, por razones que espero poder explicarte luego, saldré de la ciudad, lo planeado es que vuelva el domingo de la próxima semana. Espero que el tiempo se pase tan rápido como estoy esperando ya que si me demoro, me volveré loco sin verte. Dean y Shane estarán al pendiente de ti, no dudes en pedirles nada si lo necesitas. Dile a Dean que te de las demás cosas que te mandé. Pensando en ti, Lucas. -¿A Qué cosas se refiere?- le pregunté pensando en lo que decía la nota. Sacó de su mochila una hermosa rosa roja, de pétalos lustrosos y sedosos, una pulsera plateada con un dije de corazón de cristal tal como el del collar que me había regalado (a la cual decirle hermosa era quedarse corta), un abrigo negro y me los entregó. Primero olí la rosa, y después el abrigo, que estaba impregnado del aroma de Lucas, ese aroma a bosque, tierra, sol y perfume que tanto amaba. Me puse la pulsera y observé el dije moverse con la ligera brisa mientras un suspiro se formaba en mi garganta. -No sé que dirá la nota, pero si ocupas algo, lo que sea, puedes pedírmelo.- dijo muy amablemente. Le sonreí y casi siento que se me sale el corazón cuando Bel aterrizó frente a nosotros con una gran sonrisa en el rostro. -Hola.- dijo dándome un beso en la mejilla y después acercándose a Dean para tomar su mano.- Ya mejoré en eso del aterrizaje. Espera, ¿Dest, que te pasó en la mejilla? Se acercó e inspeccionó con cuidado el golpe que mi prima me había dado ayer por la noche. Puso su mano sobre el morete y lo presionó un poco, logrando que hiciera una mueca de dolor a la cual ellos rieron. No había hablado con nadie esta mañana. Solo tomé las llaves de mi auto y mi mochila para dirigirme a la escuela, pero cuando estaba a punto de subir, Damen me tomó del brazo y me hizo regresarme; no podía usar mi auto para nada. -Listo.- dijo muy sonriente. Sacó un espejo del bolsillo de su abrigo y me lo extendió para que me viera. -¿Qué se supone que debo ver? El golpe en mi…- inspeccioné mi rostro, buscando el golpe. Moví mi largo flequillo, que ya me llegaba más debajo de las cejas y casi cubría por completo mis ojos, de un lado a otro, pero no había señal de agresión en mi cara.- ¿Qué hiciste? -Magia.- dijo moviendo sus dedos frente a su cara como hacen para asustar a los niños pequeños.- Tu no eres la única que puede hacer cosas… diferentes. -Genial. Vampiro y bruja.- me burlé. Dean estaba a punto de soltar la carcajada pero Bel le dio un codazo en el brazo y tuvo que reprimir la risa. -Y tú bruja y ogra.- se burló. Estaba a punto de contestarle cuando sonó la campana y emprendimos nuestro camino hacía el salón. Saqué mi I-pod y me escondí los audífonos por debajo de la camisa del uniforme deportivo y lo escondí en el elástico del pantalón, para que nadie lo notara, con la música a todo volumen esperando ahogar la decepción que estaba sintiendo. Era demasiado malo estar castigada 3 meses sin salir, como para que además Lucas faltara una semana a la escuela. Entré al salón y todos me miraron con una sonrisa burlona en los rostros. Cam me miró preocupada, en su mente preguntándose que sucedía, pero solo me limité a encogerme de hombros y caminar a mi asiento. Lancé mi mochila al piso y me hundí en la silla, escondiéndome de las risitas y miradas furtivas de todos. Apagué la música y saqué un cuaderno para ponerme a garabatear mientras esperaba. -Srita. Boudelair,- dijo el profesor Green, de Historia, cuando entró. Se levantó un poco los lentes para buscarme con la mirada y cuando me encontró, presionó sus labios y señaló la puerta.- La esperan en la oficina del director. También al señor Russo. -El… no vendrá esta semana.- le dije cuando estaba a punto de salir. -En ese caso, buena suerte con su castigo.- dijo finalmente, con un tono que me dio a entender que era el fin de la conversación. Salí del salón y arrastré los pies en un patético intento de retrasar mi llegada a la oficina. ¿Castigo? Pero si yo no había hecho nada. O al menos no nada que se mereciera un castigo por parte de la escuela. Di varias vueltas por los largos pasillo, pero en una de esas, choqué con alguien y casi caigo al suelo. -Lo siento.- dijo esa voz, algo apenada. Levanté la mirada y me encontré con que era Jake. Suspiré pesadamente y seguí caminando, todavía seguía molesta con el por lo del intento del beso, así que lo ignoré. -Espera. -¿Qué quieres?- ladré. Se encogió por mi tono y en su mirada pude ver el más sincero arrepentimiento. -Quería pedir disculpas por lo de… tú sabes.- dijo esquivando mi mirada y jugando con un cordón de su mochila. Me crucé de brazos y miré el reloj esperando con todas mis fuerzas terminar con esta conversación de una vez por todas.- Estuvo mal y perdón, pero es solo que… me gustas demasiado. Si me dieras una oportunidad… -Tengo novio. Y se llama Lucas, por si no lo recuerdas.- lo interrumpí tajantemente. Sus músculos de brazos y mandíbula se tensaron y en sus puños se podían ver las venas muy bien marcadas.- ¿Terminaste? No me respondió, solo caminó al lado contrario, huyendo de mi y de mis palabras. Un sentimiento de culpa me asaltó en cuanto estuve sola. No debí de haberle hablado así. El era mi amigo, y si, se equivocó, pero todos lo hacemos, ¿no? Cerré los ojos fuertemente y seguí caminando. Cuando iba a dar la última vuelta a la izquierda para llegar a la oficina, un mareo me detuvo. Una fiesta. Una pelea. Un grito de terror. Sangre. Lucas en el suelo… -¡No!- grité gracias a esas imágenes. La puerta de la oficina se abrió y el director y su secretaría asomaron sus cabezas por el marco de la puerta buscando la causa de mi grito. Cubrí mi boca con mis manos y traté de parar la sensación de que mi corazón iba a atravesar mis costillas.- Lo siento, un… bicho. Ambos negaron con la cabeza y me hicieron seña de que entrara a la oficina. Suspiré pesadamente y caminé a donde me habían llamado. Entré y el aroma a moho y artículos escolares era tan fuerte que arrugué la nariz e hice mueca de desagrado. El director vio mi gesto y me dirigió una mirada desaprobatoria. -Creo que no está en posición de quejarse, señorita Boudelair.- ladró el hombre. El director era un hombre alto y flacucho, con una gran nariz y un rostro demacrado. Tenía tanto cabello que le caía en la cara aún cuando el mismo lo prohibía en su escuela.-Ahora entre y no haga gestos ni muecas. Entré a la oficina y me dirigí a las sillas que había frente al escritorio. Puse mi mochila en la silla de al lado y me hundí en la mía. El director se sentó y se cruzó sus manos, mirándome de una manera que me hizo estremecerme ligeramente. Recordé lo que me había enseñado Ever sobre leer las mentes y lo puse en práctica. Cerré los ojos y me concentré en escuchar la cabeza de mi director hasta que lo logré. Oh-ohh. Estaba en problemas, serios problemas y ni siquiera sabía por que. -Como usted sabrá, srita. Boudelair, el baile de invierno fue saboteado.- comenzó. Yo no le vía ni pies ni cabeza a eso, así que solo asentí. Se aclaró la garganta y siguió.- Hemos encontrado algunas pruebas de que usted y el Sr. Russo fueron los responsables de dicho… acontecimiento. -¡Pero nosotros no fuimos!- le grité poniéndome de pie y golpeando el escritorio. Me miró enojado y me indicó que volviera a sentarme. -El hecho de que hayan faltado lunes y martes no es de mucha ayuda, srita.- siguió intentando mantener el tono calmado de su voz, pero sus pensamientos decían otra cosa. Habían encontrado un video en la cámara de seguridad en el que estábamos yo y Lucas arreglando todo lo del agua, aunque fuera mentira. ¿Ilusión óptica? No lo sé. Lo que si sabía era que nosotros éramos inocentes.- Y que el sr. Russo no se haya presentado aún, no les ayuda mucho. -Le juro que nosotros no fuimos.- dije en un hilo de voz en el cuál el final fue apenas audible. -Lo siento mucho, pero está suspendida lo que queda de esta semana y la próxima. No la expulsaremos gracias a su excelente rendimiento y perfecto desempeño. Pero la próxima vez, tenga por seguro que no habrá otra oportunidad.- me espetó. Tecleó algo en la computadora y lo imprimió. Firmó la misma hoja, la guardó en un sobre y me la entregó.- Esta es la orden de suspensión, deberá venir firmada a su regreso. Si tiene la ocasión, coméntele al Sr. Russo que se presente solamente para la orden. Es todo. Gracias por su tiempo. Hemos llamado a su casa para que vengan por usted, tengo entendido que su prima la espera afuera. -¡¿Tienes algo que explicarnos, Destiny Boudelair Colt?!- me gritaron Ever y Damen cuando llegamos a la casa y me arrastraron a la sala; mejor dicho, me hicieron volar a la sala con sus truquitos de magia, los cuáles, apenas estaba aprendiendo yo a usar. -¡ARGG! ¡Ya sabes que odio que me llames por mi nombre completo! ¡Odio el apellido de mamá!- le grité a Damen, cuyo rostro esta descompuesto por el coraje.- ¡Yo no… Lucas y yo no hicimos nada malo! -Las pruebas demuestran lo contrario.- me recordó.- Y el apellido de tu mamá no es feo, tonta. -¿Y mis verdaderos padres?- les grité, esperando una mala reacción ya que estaba mentalmente preparada para lo que fuera que me esperara en casa. -Salieron de viaje.- dijo mi prima, que no estaba tan alterada como su novio, o esposo, o lo que fuera. Pensé a que lugar habían ido, por qué y cuanto tiempo, dejando mi mente libre para que ella lo leyera y me respondió:- Rusia y Francia. Dos semanas. Asuntos con los “fenómenos”. -Así que somos responsables de ti.- gruñó Damen.- ¿Qué fue lo que pasó realmente? Dejé mi mente recordar lo que había sucedido el día del baile para que ellos lo vieran, cada detalle de lo que había pasado con Megan y Taylor, la quemazón, los golpes, todo. Se quedaron un rato callados, reponiéndose de la visión y volviendo al presente. -¿Lo ves? Yo no hice nada.- repetí. Damen torció la boca y mi prima puso sus manos en sus caderas. -Has cambiado mucho...¿Qué pensaría Trevor de esto? -recriminó mi casi hermano. Sentí la puñalada en el pecho y el ardor de mis ojos por sus palabras. -Yo no… -¡Damen!- gritó mi prima más que furiosa, con los ojos llorosos y tragando saliva para no llorar- ¡¿Qué demonios te pasa?! -Golpe bajo, Dam.- susurré, apenas pudiendo creer que Damen, mi mejor amigo, mi cómplice, mi hermano, hubiera dicho eso. Que hubiera puesto ácido sobre la herida parcialmente cerrada. -Perdón, Dest…- intentó decirme Damen, pero no me quedé a escucharlo. Corrí a mi habitación con el collar y la pulsera flotando detrás de mí. Entré y cerré la puerta de la misma forma de la que tenía el collar y la pulsera volando, ósea con la telequinesia o como quiera que se llamara, y a estos últimos los hice flotar hasta mi buró, debajo de mi lámpara de noche. Entré al baño y abrí la llave de la bañera para que se llenara. El vapor llenó rápidamente el pequeño cuarto así que el aire se hizo pesado y difícil de respirar. Me quité toda la ropa y la lancé a no sé donde. Me metí al agua, sintiendo como el agua hirviendo me quemaba la piel, pero no me importaba. Me recosté como pude, dejando la quemazón y el denso vapor cubrirme, mientras asimilaba las palabras de Damen. ¿Acaso tenía razón sobre mi hermano? Me bañé lo más rápido que pude y cuando salí tomé una gran sudadera que solía ser de Trevor y un pantalón que me quedaba demasiado largo y también perteneció a mi hermano; me gustaba ponerme su ropa por que me quedaba grande y me hacía sentir cómoda y en calor. Caminé al buró, buscando mi pulsera y mi collar, pero no estaban ahí. Busqué en el piso con la mirada pero nada. Abrí cajones, los vacié, revisé debajo de la cama, en el piano, en el armario y en todas partes; hice que todas las cosas flotaran para ver si los encontraba pero nada. Una ráfaga de viento me hizo temblar y ahí caí en la cuenta. Alguien había entrado a mi habitación y había tomado mis cosas, ¿pero para qué? ¿De que le serviría a alguien un collar y una pulsera de plata? El tiempo pasó y los días con el. No salía de mi habitación y si lo hacía era solo para comer o tomar agua. Practiqué un poco con el piano y la guitarra, los cuales tenía tiempo sin usar. Me pasaba las tardes componiendo o repasando las canciones. Mi prima se paraba de vez en cuando en el umbral de la puerta para oírme tocar y siempre me dedicaba una sonrisa; le encantaba oírme tocar. Le pedí a Ever que fuera a la librería y me comprara algunos libros, cosa que la irritó por que fuero puros libros “raros”, como ellas los llamaba, sobre amor entre humanos y criaturas o entre las mismas criaturas fantásticas que yo creía que no existían, pero después descubrí que son más reales que muchos de los humanos que los libros “normales” tienen. Mi relación con Damen se deterioró tanto que ya ni nos mirábamos a los ojos en los encuentros ocasionales en la casa durante mis cortas travesías a la cocina; probablemente eso era lo que más me dolía. De Lucas… No tenía noticias, lo que me hacía rayar en la desesperación y la ansiedad. Mis uñas ya no existían de tanto que las había mordido por todo lo que había pasado en los últimos días. Mis padres solo me llamaban ocasionalmente y me hablaban normal, como si nada hubiera pasado, lo que me dio a entender que Damen se preocupaba más por mí que ellos, pero todavía seguía herida por su comentario. Estaba semi-acostada en la cama leyendo una revista de Ever. No tenía nada más que hacer, así que estaba realmente concentrada en el artículo sobre modelos y pasarelas. Zapatos, vestidos, accesorios, bolsos, carteras, maquillaje… era tanto que casi vomitaba. No odiaba la moda, pero eso era excesivo. ¿A quien rayos se le ocurriría leer algo así? OH, espera, yo lo estaba leyendo. Bueno, eso es un ejemplo de cuan aburrida estaba. Ya habían pasado 6 días desde la última vez que había salido de la casa. De pronto una sombra negra saltó desde la ventana abierta, rodó por el suelo hecho un ovillo y al final se paró se nuevo. Al mismo tiempo salté de la cama por el ruido y solté un gritillo de miedo e impresión. - ¡¿Dest?!- Se escucharon las voces de Ever y Damen junto con sus pasos subiendo las escaleras. La sombra se acercó a mí y mientras más se acercaba mas se distinguía la persona con la luz de la lámpara. Primero unos labios perfectos, unos ojos verdes y al final el rostro entero. -¿Lucas?- susurré lo mas bajito que pude, pero lo suficientemente alto como para que escuchara. -¡Shh!- Puso su dedo índice sobre sus labios. Era la cosa mas linda que había visto en el mundo. ¿Pero que hacía aquí? -¿Dest, estás bien?- gritó Ever tocando la puerta. Lucas me miraba desesperado. Suplicaba con la mirada que no dijera nada sobre el, como si creyera que soy lo suficientemente tonta para hacerlo aún sabiendo lo que pasaría. Con mi dedo apunte el armario para que se escondiera allí. De inmediato desapareció de mi vista. Yo aun seguía sin aire, la impresión me había dejado de rodillas en la cama. - ¿Dest?, no me obligues a entrar- me amenazó Damen que estaba utilizando sus últimos atisbos de paciencia. No tarde ni 3 segundos en llegar a la puerta, probablemente por la adrenalina. Giré la perilla y Ever cayó al suelo. Solté una risotada y tanto Damen como yo nos doblamos de risa. Ella volteo la cabeza y miraba furiosa a Damen. En cuanto este se dio cuenta dejo de reír, se puso serio y levanto la levanto con sumo cuidado. Ever se enderezó, se acomodó la ropa y el cabello. -Un bicho.- Mentí. No era necesario decir más pues sabía que dar demasiados detalles era malo. Los dos se miraron, indecisos de si creerme o no. Se dieron media vuelta y comenzaron a caminar hacia las escaleras. –Ev, Damen, ¿que hacen allí abajo a estas horas de la tarde?- Eran las 8:48 según mi reloj.- Buena hora para holgazanear, ¿no? -Lo mismo que haces tú despierta en tu cuarto.- Dijo Ever con la mirada reprobatoria. Su mirada se desplazaba por todo mi cuerpo como examinando la ropa que tenia puesta. Su expresión era de aburrimiento hasta que sus ojos se petrificaron en mi mano izquierda. Tenia los ojos tan abiertos que parecía que se le saldrían en cualquier momento. -TU QUE HACES LEYENDO MI REVISTA NUEVA QUE YO AUN NO HE LEIDO?- ladró furiosa. ¿Revista? Yo no recordaba ninguna revista. Después me acorde de lo que estaba haciendo antes de… ¡LUCAS! Se me había olvidado por completo. Debía apurarme. Ni siquiera sabía si seguía en el closet. De hecho, ni siquiera estaba segura de que lo hubiera visto realmente. Tal vez fuera esa semana sin el lo que me había hecho imaginarlo. - Estaba aburrida.- le respondí encogiéndome de hombros. Sus ojos se fueron cerrando poco a poco hasta estar sellados por completos. Su boca se movía como articulando no sé que cosa y respiraba hondo... Muy hondo. -¿Cua...- -Vogue- respondí a sus pensamientos, que no eran nada agradables, antes de que terminara de preguntar. Se dio cuenta que no había protegido sus pensamientos y cerró los ojos, poniendo sus dedos en sus sienes, presionando sus delicados labios durante unos segundos hasta que abrió los ojos- Articulo sobre las modelos y sus vidas detrás de las pasarelas.- Su boca se movió hacia un lado como reflexionando. -Al menos estas leyendo algo decente. Te la puedes quedar... hasta la tarde. - dijo tranquilizándose un poco. - ¿Ya terminaste?- pregunté de forma indiferente. Ambos miraron al suelo, con la mirada triste, pero no me dijeron nada. - No la dobles, manches, rompas o si quiera respires sobre ella.- bromeó Ev tratando de sacarme plática, pero solo crucé mis brazos sobre mi pecho y puse todo mi peso sobre un pie. - Ya entendí. ¿Te puedes ir?- les volví a pedir. - No te duermas muy tarde.- dijo Damen con la voz apagada, de una forma muy propia de un hermano mayor. Se me hizo un nudo en la garganta y tragué saliva.- Dest, ¿sabes que hacemos esto por que te queremos, verdad? -Uh-Huh.- Cerré la puerta de un manotazo sin esperar su respuesta. Me recargué en la puerta y me dejé caer al suelo. Escondí mi rostro entre mis rodillas y cubrí mi cabeza con mis brazos, respirando profundamente ahogando el dolor y la culpa por haberles hablado así. - Te extrañé, Dest- susurró alguien en mi oído. Levanté la cabeza y me encontré con la mirada preocupada de mí novio. - Hola.- No pude evitar sonreír. Hacia mucho que no lo veía y el tenerlo ahí era demasiado bueno para ser real.- ¿Que haces aquí? - Vine a ver a mi novia, pero si no quieres ya me voy.- dijo agregando algo de dramatismo a la ocasión y dando media vuelta y comenzando a caminar a la ventana. La desesperación me entró y junto a un chillido, tomé su mano y lo jalé hacía mi, pero rápidamente rodeó mi cintura y acercó su rostro al mío para besarme. Tanto tiempo sin verlo estaba pasando facturas. La necesidad de tenerlo cerca era demasiada como para reprimirla y, ciertamente, no quería hacerlo. Cuando sus labios bajaron a mi mandíbula, tomé su rostro en mis manos y lo alejé un poco para verlo a los ojos. -Te extrañé.- dije antes de besar su mejilla. Nos separamos y comenzó a inspeccionarme de pies a cabeza. Sus ojos brillaron y una sonrisa torcida se curvó en sus labios. -Te ves linda en pijama- Su mirada y su sonrisa picara me decían que algo no estaba bien en lo que tenia puesto. Baje la mirada y no me gustó lo que mire. Tenía puesto solo un camisón holgado que era blanco y un shorts negro demasiado corto como para cubrir algo. Me sonrojé y soltó una suave risita que me hizo derretirme por dentro. - ¿Nos sentamos?- Asentí enérgicamente con la cabeza y nos recostamos en mi cama de costado uno frente al otro. - ¿Donde has estado todo este tiempo?- le pregunté frunciendo el ceño y cruzándome de brazos. - He estado ocupado, pero creo que podemos hablar de ello después.- respondió encogiéndose de hombros. Presioné mis labios en señal de disgusto, pero cuando acarició mi mejilla dejando un rastro de calor en mi piel, olvidé la razón de mi molestia. El tiempo transcurría muy rápido con Lucas. Seguimos hablando y riendo bajito por al menos 1 hora. Solo eso, hablando, mirándonos a los ojos, tomados de las manos y sintiéndome mareada por tanta cercanía. -¿Dest?- preguntó después de un tiempo de silencio.- ¿Me quieres aunque me haya ido sin avisarte? - ¿Es enserio?- pregunté riéndome. Hizo un puchero que me tomó con las defensas bajas y me acerqué a el, rozando nuestros labios nuevamente. Podía sentir la energía correr por nuestros labios. Su aliento embriagador se adentraba en mí ser y cada vez me sentía con menos fuerzas para dejar de besarlo. Sus manos comenzaron a recorrer mi espalda y me jalaba hacia el, presionándome cada vez más contra su cuerpo. No pensaba, no reaccionaba, no estaba conciente de lo que estaba haciendo. Sin darme cuenta, mis dedos llegaron al cuello de su camisa, y desabroché el primer botón. Después el segundo y el tercero, hasta que quedó abierta y solo quedó con una camisa blanca de tirantes. Cuando la solté el tomo mi rostro entre sus suaves y cálidas manos y estampó sus labios sobre los míos. El frío me hizo temblar y el frotó sus manos sobre mis hombros para calentarme. Nuestras respiraciones eran agitadas y mi corazón palpitaba a más no poder. Sus manos tocaron la piel de mi espalda y esta se curveo instintivamente para protegerse del frío. Cuando el 0.1% de mi cerebro que aun era racional reaccionó comencé a cuestionarme a mi misma. ¿Que estaba haciendo? ¿Era correcto? ¿Podríamos llegar a más si no parábamos? Era cierto que apenas comenzábamos, pero dudaba seriamente que acabara tan rápido como comenzó. El parecía estar concentrado en recorrer mi cuello, el hueco de mi clavícula y mis hombros con los labios. - Es peligroso, y ambos lo sabemos Lucas. Si Ev o Damen se dan cuenta, estamos muertos- logré decir por fin. Pero el ignoró mis palabras y trasladó sus labios sobre los míos. - No- dije entre pequeñas bocanadas de aire que tomaba cuando sus labios me lo permitían.- Lucas por favor… -Dest, quieres algo de co...- Estábamos tan concentrados en el otro que no nos dimos cuenta cuando Ever se acercaba al cuarto. Ella nos miraba incrédula. Tenía un tazón con cereal en una mano. Me había descubierto. Me había visto haciendo algo que se supone yo no debía hacer con alguien que se suponía que no debía estar ahí. Ahora si era mi fin... --------------------------- PERDON!:$

12 comentarios:

  1. Me a encantado el capitulo!!! Aunque pienso que a Destiny y a Lucas se les va a caer el pelo con la bronca que les va a hechar Ever...
    Pero me alegro por ellos.
    ¿Qué habría hecho Lucas? ¿Dónde ha estado?
    Espero el siguiente capi.
    Bss

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  2. AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! pero como lo dejas asiii!!!????? k intrigaaaaaaa!! XD sube pronto pliiz!!! :) me encanto!

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  3. UYYYYYYYYY Q MALA ONDA Q LOS KCHE LA PRIMA PUBLICA PRONTO SIP CUIDATE BYE

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  4. Awwww♥

    Lo siientoo...peroo tengoo qe decirloo...Adoroo & amoo aa Luucaas♥

    Oyee...si qe te tardaste en publicaar ehh? xD...

    Pero vaalio laa penaa :P

    Hoy subiiree cap en mii blog! Asii qee state atentaa ;)

    Oyee...& creo qe no podre subir cap dentro de dos semanas...esqe tengo examens de lapso...:/

    Volviendo al tema idea xD...Adoree el caap ♥.♥

    Qiieroo saber qe haraa Ever a Lucas & a Dest! (6)...xD

    Bye!

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  5. aaaa q lindo capiii ss un amoor amo a lucas

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  6. me encanto el capp esta super lindo
    q mal q los cacharon pobrescitos
    ojala i Ever no diga nada
    publica pronto plizz

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  7. fabulosa tu historia... acabo de empezar mi primera novela y espero que la leas, yo creo que eres una gran escritora. visitame...
    www.a-time-of-breathe.blogspot.com
    espero te guste.
    sube pronto, espero con ansias... sube cuando puedas.

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  8. WTF!! Que paso, pobresita la atraparon en el acto, alli si que va a tener muchos problemas, me muero por ver el proximo cap, sigue asi que estoy esperando el siguiente cap, porfa escribe pronto... Chao, cuidate.

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  9. oohhhh!
    no creo que tenga que decirte como adoro tu blog
    me encato el cap.
    publica pronto

    Bye

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  10. OMG! Pobre Dest! Todo le pasa XD
    hahahahaha!!!
    Prq siempre hay alguien q arruina el momento!? ¬¬ hahahaha
    quiero seguir leyendooo!!

    Publica pronto! un besooo!!

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  11. oiieeee porfaaaa tengo mis razoness podrias decirme kien es la de la fotho???(d dest)..pliiiissss es mega importante..gracias podria explicartelo si kieres =)

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  12. wow me encanta thu trabajo jejej no dejes d escribir..lo haces genial!!!

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