Lo primero que sentí fue miedo, después enojo y al final asco. Si eso realmente era sangre y él era lo que yo estaba pensando, no quería volver a saber nada de él. ¿Cómo podía estar con alguien que me había mentido de esa forma? Se agachó y recogió la botella, la giró un poco en sus manos y suspiró dolido.
-¿Y bien?- pregunté cruzándome de brazos y enarcando una ceja. Esperé su respuesta unos segundos y cuando no me contestó, bufé y caminé a su habitación, lanzando todo lo que se interponía en mi camino.
-¿Puedes escucharme un segundo?- me pidió, pero lo ignoré. Tomé mi ropa y me enfundé mis sucios jeans. Me puse las botas que llevaba puestas y me quité la camisa que me había prestado ahí frente de él. Me miró de pies a cabeza con detenimiento mientras me ponía mi blusa, mi suéter y mi chamarra, mordiendo su labio en un gesto tan sexy que casi olvido mi enojo. Sacudió su cabeza, como desterrando algún pensamiento y me sonrojé.- Dest…
-Si no quieres contarme que está pasando, adelante, haz lo que te venga en gana.- dije presionando el puente de mi nariz y cerrando mis ojos con fuerza.- Solo no me pidas que confíe en ti.
Caminó lentamente hacia mí, observándome cuidadosamente. Yo caminé hacia atrás, hasta que choqué con una pared y no pude alejarme más. Colocó sus manos a mis costados y acercó su rostro al mío. Su aliento me golpeó y me sentí mareada un instante; estaba tan cerca de mí que nuestras narices se tocaban y un espacio mínimo separaba nuestros labios.
-Lucas, por favor, ¿Qué está pasando?- cuando terminé de decir eso, me alejó. Negó con la cabeza y cubrió su rostro con sus manos.- No quiero pelear.
-No puedo.- respondió con la expresión sombría.
-¡No puedes o no quieres!- le cuestioné. Me pidió con la mirada que tratara de entenderlo, pero realmente no podía hacerlo. No podía creerle por más que me esforzaba en el.- ¿Cómo puedo confiar en alguien que no confía en mí? ¡Puedes aunque sea mirarme a los ojos!
Me estaba dando la espalda, pero aun en el espejo podía ver su cara llena de dolor y vergüenza. Casi podía jurar que estaba al borde de las lágrimas.
-No puedo, Dest. No puedo decirte. Entiéndeme.- murmuró.
-Pues no puedo.
-Te prometo. Es más, te juro que todo está bien. Sé lo que estás pensando, y no, ni leí tus pensamientos ni es sangre.- explicó. Lo miré dudosa y negué con la cabeza, diciéndole que no le creía. Suspiró y tomó mi muñeca. Con una aguja que había en la mesa, me dio un pinchazo en el dedo y un poco de sangre apareció. Instintivamente me llevé el dedo a la boca y saboreé el sabor a sal y a metal de la sangre. Fruncí el ceño y el soltó una pequeña risita nerviosa. Me extendió la botella y dijo:- Bebe.
-No.
-¿Qué? ¿No querías que te explicara?- se burló, pero volví a negar.- Vaya, no sabía que fueras tan miedosa.- me retó con una sonrisa descarada en los labios.
Esa fue la gota que derramó el vaso. Le arrebaté la botella de la mano y la destapé, la acerqué a mi nariz para olerla e hice mueca de disgusto; olía a una mezcla de especias y huevo podrido. Se cruzó de brazos y elevó la barbilla en forma altanera. Tomé una gran bocanada de aire y me llevé la botella a los labios. La boca se me llenó de un sabor mil veces peor que el del olor, y aunque solo fueron un par de tragos, no pude evitar dejar caer la botella al suelo y tapar mi boca mientras corría al baño. Me senté frente al retrete y comencé a vomitar. Lucas se arrodilló junto a mí y me quitó el cabello del rostro. Abracé mi abdomen y me quedé sentada hasta que terminé.
-Déjame ayudarte.- se ofreció cuando terminé. Con un pedazo de papel, me limpió las comisuras de los labios y me dio un rápido beso.
Sentía un sabor desagradable en la boca, junto con las usuales lágrimas después de vomitar. Sentía mis mejillas arder de la vergüenza y miré al suelo.- Definitivamente eso no es sangre…- susurré, más para mí misma que para él.
-Eso es lo que intentab….
-¡Es mucho peor!- le acusé. Rió suavemente y la culpa me asaltó repentinamente.- Vaya, saqué conclusiones apresuradas. Lo siento tanto…Pero, Lucas, ¿qué es eso?
Se levantó y se sacudió el pantalón. Me extendió la mano y de un suave jalón me levantó a mí también. Me tomó de la mano y me llevó a su cama. Se sentó en el centro, con las piernas cruzadas y palmeó el espacio junto a él para que hiciera lo mismo.
-¿Recuerdas esas episodios de cansancio que me daban?- asentí, recordándolos con desprecio.- ¿También recuerdas que me fui unos días hace un par de semanas?- fruncí el ceño y volví a asentir.- ¿No me has vuelto a ver cansado, o no de esa manera, verdad? Haz conexiones. Vamos, ángel, eres inteligente.
Me devané los sesos entrelazando los acontecimientos que él había señalado, pero por el dolor de cabeza que me había comenzado a dar, no di con nada. Me sentí frustrada e hice mueca de, precisamente, frustración.
-Nada. Mi cerebro no trabaja hoy.- reí. Me miró divertido y suspiró, listo para hablar.
-Fui a Massachusetts, mejor dicho a Salem, la llamada Ciudad de las Brujas.- su mirada era distante, casi con miedo.- Fui a visitar a unos viejos amigos. Si, Dest, fui a visitar brujas.
Parpadeé sorprendida. Cuando se fue, pensaba y pensaba en posibles lugares a los que pudo haber ido, pero jamás me imaginé que iría precisamente a visitar brujas.
-¿Brujas?- pregunté seria, con una mezcla de escepticismo e ironía.- No necesitabas ir tan lejos para ver brujas. Aquí están Ev, Bel y Cam.
-No ese tipo de brujas, Dest.- dijo riendo, pero la sonrisa desapareció tan rápido como llegó.- Me refiero a las brujas reales. Las brujas que tienen siglos, tal vez milenios de vida. Que conocen todo tipo de magia, tanto blanca como oscura. Tu prima y tus amigas son casos especiales.- se pasó una mano por el cabello.
-¿Para qué necesitabas ver brujas?- pregunté, con voz de detective y enarcando una ceja.
-Sentía miedo…
En ese momento, mi corazón se encogió al ver lo vulnerable que estaba. Mis manos revolotearon a su alrededor sin saber que debía hacer. Aprisioné sus manos entre las mías y busqué su mirada, pero nada.
-Todos esos desmayos y tanto cansancio no son propios de mí.
-¿De eso se trata? ¿De qué no son propios de ti?- recriminé. Soltó una risa amarga, que me puso los pelos de punta y echó su cabeza para atrás.
-No me refería a eso. Me refiero a que estaba preocupado, tenía miedo. Dest, de pronto me sentía como que me sofocaba, acorralado, y la desesperación me volvía loco.- por su expresión, casi podía jurar que estaba al borde de las lágrimas.
-Pero no hay de qué preocuparte. Ya todo está bien…
-Ahí es donde interviene mi bebida… mejor dicho sangre, según usted señorita Boudelair.- bromeó.- Fui con mis amigas brujas para que me dieran algo para contrarrestar eso, y hasta ahora ha funcionado.
-¿Y por qué no me dijiste nada?
Me sentí herida. Bien me pudo haber dicho todo lo que le pasaba, todos esos sentimientos que lo atrapaban y lo volvían loco, y hubiera hecho todo lo que estuviera en mis manos para ayudarlo y hacerlo sentir mejor. Pero me lo había ocultado como si fuera cualquier persona en vez de su novia. Buscó mi mirada y la esquivé. Rápidamente me arrepentí, pues sentí feo de voltear los papeles, y ser yo la del problema.
-No es que no confíe en ti, ángel. Si no que me daba vergüenza que pensarás que soy débil…
-Lucas… Nunca pensaría eso. Eres la persona más fuerte y bondadosa que he conocido en toda mi vida. Eres inteligente, tierno, responsable, honesto, eres todo lo que alguien pudiera desear, sin mencionar guapísimo.- aclaré sonrojándome. Me sonrió débilmente y un brillo apareció en su mirada.- Y es por eso que yo te…
Su celular sonó y me interrumpió cuando estaba a punto de decirle por primera vez “Te amo.” Aunque sé que suena egoísta, me dio un gran alivio ser interrumpida. Después de una par de “Si, claro, uh-huh” y todo eso, colgó.
-¿Tú me qué?- preguntó retomando nuevamente la conversación.
-Te considero el mejor novio del mundo.- ambos suspiramos al mismo tiempo y pude sentir la decepción en ambos. Nos dimos la espalda y cada quien se sumió en sus pensamientos. Cuando el reloj electrónico en la pared me recordó la fecha, me abalancé sobre él y lo abracé. Cayó sobre su espalda en la cama y me abrazó con tanta fuerza que me sacó todo el aire.- Lu…cas….yo…si…res…pi…ro- jadeé.
-Ops. Lo siento.- respondió con el rubor quemándole las mejillas.
-Suerte para ti, hoy es Navidad, 25 de diciembre. Felicidades, guapo.- felicité. Vaciló un poco en contestar y se sonrojó aún más.- ¿Quep?
-Mmm… tú regalo… yo… no tengo nada.
Me lo pensé un poco y respondí:- Si lo tienes.- lo miré y mordí mi labio inferior tratando de parecer sexy y el rió.
-Haré absolutamente todo lo que tú me digas durante un mes.- ofreció. Miró el reloj y me quitó de encima suyo.- La que habló era Ever. Dice que te lleve a tu casa porque habrá cena de Navidad ya que por razones… obvias, ayer no pudimos.
-¿Estarán mis padres?
-No. No sé. No creo.- tartamudeó.
-Bien. Ojala sigan en su tonto viaje.- respondí tajante. Mi repentina hostilidad debió de sorprenderle, porque se estremeció ligeramente.
-¿Por qué?- pensó.
-Lucas, ambos sabemos que cuando Viena y Mason nos tenían a mí y a Ev, ellos supieron y no hicieron nada.- respondí, pero me detuve cuando sentí que la voz se me iba a quebrar. Carraspeé para no llorar y seguí:- Tampoco me dijeron nada de que Katherine era mi hermanita. Y sé que tú sabías, pero no te preocupes, no estoy enojada. Y a ella… solo la odio.
-¿Qué es lo que más deseas en la vida?- preguntó, cambiándome de tema.
-¿Realmente quieres saber?- reté, pero mi voz sonó más como una advertencia. El vaciló un poco y asintió.- Lo que más deseo en la vida, es haber sido yo la que murió el día que Trevor y yo chocamos.
-¿Y bien?- pregunté cruzándome de brazos y enarcando una ceja. Esperé su respuesta unos segundos y cuando no me contestó, bufé y caminé a su habitación, lanzando todo lo que se interponía en mi camino.
-¿Puedes escucharme un segundo?- me pidió, pero lo ignoré. Tomé mi ropa y me enfundé mis sucios jeans. Me puse las botas que llevaba puestas y me quité la camisa que me había prestado ahí frente de él. Me miró de pies a cabeza con detenimiento mientras me ponía mi blusa, mi suéter y mi chamarra, mordiendo su labio en un gesto tan sexy que casi olvido mi enojo. Sacudió su cabeza, como desterrando algún pensamiento y me sonrojé.- Dest…
-Si no quieres contarme que está pasando, adelante, haz lo que te venga en gana.- dije presionando el puente de mi nariz y cerrando mis ojos con fuerza.- Solo no me pidas que confíe en ti.
Caminó lentamente hacia mí, observándome cuidadosamente. Yo caminé hacia atrás, hasta que choqué con una pared y no pude alejarme más. Colocó sus manos a mis costados y acercó su rostro al mío. Su aliento me golpeó y me sentí mareada un instante; estaba tan cerca de mí que nuestras narices se tocaban y un espacio mínimo separaba nuestros labios.
-Lucas, por favor, ¿Qué está pasando?- cuando terminé de decir eso, me alejó. Negó con la cabeza y cubrió su rostro con sus manos.- No quiero pelear.
-No puedo.- respondió con la expresión sombría.
-¡No puedes o no quieres!- le cuestioné. Me pidió con la mirada que tratara de entenderlo, pero realmente no podía hacerlo. No podía creerle por más que me esforzaba en el.- ¿Cómo puedo confiar en alguien que no confía en mí? ¡Puedes aunque sea mirarme a los ojos!
Me estaba dando la espalda, pero aun en el espejo podía ver su cara llena de dolor y vergüenza. Casi podía jurar que estaba al borde de las lágrimas.
-No puedo, Dest. No puedo decirte. Entiéndeme.- murmuró.
-Pues no puedo.
-Te prometo. Es más, te juro que todo está bien. Sé lo que estás pensando, y no, ni leí tus pensamientos ni es sangre.- explicó. Lo miré dudosa y negué con la cabeza, diciéndole que no le creía. Suspiró y tomó mi muñeca. Con una aguja que había en la mesa, me dio un pinchazo en el dedo y un poco de sangre apareció. Instintivamente me llevé el dedo a la boca y saboreé el sabor a sal y a metal de la sangre. Fruncí el ceño y el soltó una pequeña risita nerviosa. Me extendió la botella y dijo:- Bebe.
-No.
-¿Qué? ¿No querías que te explicara?- se burló, pero volví a negar.- Vaya, no sabía que fueras tan miedosa.- me retó con una sonrisa descarada en los labios.
Esa fue la gota que derramó el vaso. Le arrebaté la botella de la mano y la destapé, la acerqué a mi nariz para olerla e hice mueca de disgusto; olía a una mezcla de especias y huevo podrido. Se cruzó de brazos y elevó la barbilla en forma altanera. Tomé una gran bocanada de aire y me llevé la botella a los labios. La boca se me llenó de un sabor mil veces peor que el del olor, y aunque solo fueron un par de tragos, no pude evitar dejar caer la botella al suelo y tapar mi boca mientras corría al baño. Me senté frente al retrete y comencé a vomitar. Lucas se arrodilló junto a mí y me quitó el cabello del rostro. Abracé mi abdomen y me quedé sentada hasta que terminé.
-Déjame ayudarte.- se ofreció cuando terminé. Con un pedazo de papel, me limpió las comisuras de los labios y me dio un rápido beso.
Sentía un sabor desagradable en la boca, junto con las usuales lágrimas después de vomitar. Sentía mis mejillas arder de la vergüenza y miré al suelo.- Definitivamente eso no es sangre…- susurré, más para mí misma que para él.
-Eso es lo que intentab….
-¡Es mucho peor!- le acusé. Rió suavemente y la culpa me asaltó repentinamente.- Vaya, saqué conclusiones apresuradas. Lo siento tanto…Pero, Lucas, ¿qué es eso?
Se levantó y se sacudió el pantalón. Me extendió la mano y de un suave jalón me levantó a mí también. Me tomó de la mano y me llevó a su cama. Se sentó en el centro, con las piernas cruzadas y palmeó el espacio junto a él para que hiciera lo mismo.
-¿Recuerdas esas episodios de cansancio que me daban?- asentí, recordándolos con desprecio.- ¿También recuerdas que me fui unos días hace un par de semanas?- fruncí el ceño y volví a asentir.- ¿No me has vuelto a ver cansado, o no de esa manera, verdad? Haz conexiones. Vamos, ángel, eres inteligente.
Me devané los sesos entrelazando los acontecimientos que él había señalado, pero por el dolor de cabeza que me había comenzado a dar, no di con nada. Me sentí frustrada e hice mueca de, precisamente, frustración.
-Nada. Mi cerebro no trabaja hoy.- reí. Me miró divertido y suspiró, listo para hablar.
-Fui a Massachusetts, mejor dicho a Salem, la llamada Ciudad de las Brujas.- su mirada era distante, casi con miedo.- Fui a visitar a unos viejos amigos. Si, Dest, fui a visitar brujas.
Parpadeé sorprendida. Cuando se fue, pensaba y pensaba en posibles lugares a los que pudo haber ido, pero jamás me imaginé que iría precisamente a visitar brujas.
-¿Brujas?- pregunté seria, con una mezcla de escepticismo e ironía.- No necesitabas ir tan lejos para ver brujas. Aquí están Ev, Bel y Cam.
-No ese tipo de brujas, Dest.- dijo riendo, pero la sonrisa desapareció tan rápido como llegó.- Me refiero a las brujas reales. Las brujas que tienen siglos, tal vez milenios de vida. Que conocen todo tipo de magia, tanto blanca como oscura. Tu prima y tus amigas son casos especiales.- se pasó una mano por el cabello.
-¿Para qué necesitabas ver brujas?- pregunté, con voz de detective y enarcando una ceja.
-Sentía miedo…
En ese momento, mi corazón se encogió al ver lo vulnerable que estaba. Mis manos revolotearon a su alrededor sin saber que debía hacer. Aprisioné sus manos entre las mías y busqué su mirada, pero nada.
-Todos esos desmayos y tanto cansancio no son propios de mí.
-¿De eso se trata? ¿De qué no son propios de ti?- recriminé. Soltó una risa amarga, que me puso los pelos de punta y echó su cabeza para atrás.
-No me refería a eso. Me refiero a que estaba preocupado, tenía miedo. Dest, de pronto me sentía como que me sofocaba, acorralado, y la desesperación me volvía loco.- por su expresión, casi podía jurar que estaba al borde de las lágrimas.
-Pero no hay de qué preocuparte. Ya todo está bien…
-Ahí es donde interviene mi bebida… mejor dicho sangre, según usted señorita Boudelair.- bromeó.- Fui con mis amigas brujas para que me dieran algo para contrarrestar eso, y hasta ahora ha funcionado.
-¿Y por qué no me dijiste nada?
Me sentí herida. Bien me pudo haber dicho todo lo que le pasaba, todos esos sentimientos que lo atrapaban y lo volvían loco, y hubiera hecho todo lo que estuviera en mis manos para ayudarlo y hacerlo sentir mejor. Pero me lo había ocultado como si fuera cualquier persona en vez de su novia. Buscó mi mirada y la esquivé. Rápidamente me arrepentí, pues sentí feo de voltear los papeles, y ser yo la del problema.
-No es que no confíe en ti, ángel. Si no que me daba vergüenza que pensarás que soy débil…
-Lucas… Nunca pensaría eso. Eres la persona más fuerte y bondadosa que he conocido en toda mi vida. Eres inteligente, tierno, responsable, honesto, eres todo lo que alguien pudiera desear, sin mencionar guapísimo.- aclaré sonrojándome. Me sonrió débilmente y un brillo apareció en su mirada.- Y es por eso que yo te…
Su celular sonó y me interrumpió cuando estaba a punto de decirle por primera vez “Te amo.” Aunque sé que suena egoísta, me dio un gran alivio ser interrumpida. Después de una par de “Si, claro, uh-huh” y todo eso, colgó.
-¿Tú me qué?- preguntó retomando nuevamente la conversación.
-Te considero el mejor novio del mundo.- ambos suspiramos al mismo tiempo y pude sentir la decepción en ambos. Nos dimos la espalda y cada quien se sumió en sus pensamientos. Cuando el reloj electrónico en la pared me recordó la fecha, me abalancé sobre él y lo abracé. Cayó sobre su espalda en la cama y me abrazó con tanta fuerza que me sacó todo el aire.- Lu…cas….yo…si…res…pi…ro- jadeé.
-Ops. Lo siento.- respondió con el rubor quemándole las mejillas.
-Suerte para ti, hoy es Navidad, 25 de diciembre. Felicidades, guapo.- felicité. Vaciló un poco en contestar y se sonrojó aún más.- ¿Quep?
-Mmm… tú regalo… yo… no tengo nada.
Me lo pensé un poco y respondí:- Si lo tienes.- lo miré y mordí mi labio inferior tratando de parecer sexy y el rió.
-Haré absolutamente todo lo que tú me digas durante un mes.- ofreció. Miró el reloj y me quitó de encima suyo.- La que habló era Ever. Dice que te lleve a tu casa porque habrá cena de Navidad ya que por razones… obvias, ayer no pudimos.
-¿Estarán mis padres?
-No. No sé. No creo.- tartamudeó.
-Bien. Ojala sigan en su tonto viaje.- respondí tajante. Mi repentina hostilidad debió de sorprenderle, porque se estremeció ligeramente.
-¿Por qué?- pensó.
-Lucas, ambos sabemos que cuando Viena y Mason nos tenían a mí y a Ev, ellos supieron y no hicieron nada.- respondí, pero me detuve cuando sentí que la voz se me iba a quebrar. Carraspeé para no llorar y seguí:- Tampoco me dijeron nada de que Katherine era mi hermanita. Y sé que tú sabías, pero no te preocupes, no estoy enojada. Y a ella… solo la odio.
-¿Qué es lo que más deseas en la vida?- preguntó, cambiándome de tema.
-¿Realmente quieres saber?- reté, pero mi voz sonó más como una advertencia. El vaciló un poco y asintió.- Lo que más deseo en la vida, es haber sido yo la que murió el día que Trevor y yo chocamos.
oLaa(:
ResponderEliminarPrimera *w*
o.o' Wow...lo ultimo de dejo asi o.o'
Enserio desea eso? o:
Me encanto el caap!(:
Tienes un Don increible para la literatura♥
Lucass♥
Pasate por mi blog, mejor dicho. Cumple el trato! bahaha xD
Bye(:
OMG!!!
ResponderEliminarNo puedo creer q eso sea lo qe Destiny mas desea en su Vida!!
Buehh...Apartando ESO,estuvo muy Bueno el Capitulo!!!
Ya qiero saber que sigue!!
Publik pronto,plizzz!!
Un Bso(K)!!
G-E-N-I-A-L-!
ResponderEliminarMe encantoo!!
Please, publica pronto
Cuidate
OMG!!.....no lo puedo creer!!!.....wouuuu...este capitulo definitivamente me ENCANTO wou wou wou!!...super sin palabras!!...publica proontoo!!!....quiero saber q dice lucas!!..:)
ResponderEliminarcami
Wooww wowww woow, jamas pense que Destiny era emo..xD!
ResponderEliminarJajaja que depresiva la muchacha! :)
Bueno, bueno mejor me callo!
Publica pronto Bianquitaa que me aburro muchoo sin tu historia :O
Se esta poniendo cada dia mejor :)
Cuidatee!
OW! pobre Lucas!
ResponderEliminarMe imagino lo que ha de sentir cuando le dijo eso ultimo S:
AME EL CAP!!
oh... brujas!
hahaha!!!
ily
me encanto el capitulo ^^
ResponderEliminarescribe pronto *-*
¿Que pasara? O-o
Att: Melanie
TIENES PREMIOS EN MI BLOG!!!!!!!!!!
ResponderEliminarPASATE XD
holaa!!! no pss io es la 1° vez q t comentoo
ResponderEliminarjajaj
pro quiero decirte q me encanta tu historia y bnoo lucas es de lo mejor jajaaj bnoo sigue escribiendoo q se t da :D
t dejo este blog para q t pases x el xfaa!!
http://inmortalslife.blogspot.com/