Soulmates

Sola. Esa fue la unica palabra que logró penetrar mi caparazón.



viernes, 7 de mayo de 2010

32.1 Peligro

¿Es que nunca nos dejarían en paz?

-¡Los amo!- gritó descaradamente Megan.- Lo juro. Son demasiado… Mmm… Románticos para ser reales.

Lucas me lanzó detrás de el, para protegerme de Megan y de Taylor. Un gruñido se formó en su garganta, mientras utilizaba su cuerpo como escudo. El terror comenzó a abrirse paso dentro de mí, haciendo que todo se viera borroso y las orillas de todo se vieran negras.

-¿Qué quieres aquí?- les gruñó Lucas.

Sus músculos se tensaron notablemente cuando ellos explotaron en carcajadas. No me había dado cuenta que Megan iba vestida con un precioso vestido rojo que resaltaba su figura y “Flotaba” donde debía hacerlo. Taylor iba con un traje, no tan elegante como el de Lucas, Shane o Dean, pero a fin de cuentas elegante.

-Venimos por ella.- le respondió Megan, señalándome con su dedo cuando hubo dicho esas palabras.- Y al baile, si no les molesta.

-Por si no te han llegado las noticias, ella es estúpidamente fuerte, y tanto tú como nosotros, queremos esa fuerza cueste lo que cueste.- rió Taylor. La expresión de Lucas se descompuso con horror. Lo miré confundida, esperando una respuesta, pero nunca dijo nada, solo me detenía por su espalda y no dejaba de gruñir.

-¿De que está hablando?- le pregunté.

-No te preocupes, todo va a estar bien.-dijo entre dientes. Nunca me contestaba cuando le preguntaba algo importante, así que lo hice que se girara y me mirara a los ojos.

-¡Maldita sea, Lucas! ¡Siempre me contestas con evasivas o me cambias de tema!- le grité. Me ponía furiosa que Taylor y Megan reían cada vez más con cada una de mis palabras.

-¿Te cuento un secreto?- dijo Megan como cuando le hablas a un niño pequeño. Se acercó a nosotros como un rayo y nos rió.- Créeme, Lucas sabe más sobre tú familia y está envuelto en ella más de lo que te cuenta.

-¿Si?- la reté, sacando valor de no sé donde, no quería darle el gusto de verme con miedo.- ¿Qué sabe?

-¿No te ha contado de tu her-- -intentó decir, pero Lucas la lanzó lejos de nosotros. Lo miré sorprendida, pero noté como el sudor caía por su frente y como abrazaba su cuerpo mientras luchaba por respirar.

-¿El inmortal más valiente está enfermo?- rieron al unísono por el comentario de Taylor.- Megan, ¿de quién te quieres encargar?

-De la brujita.- respondió Megan con una sonrisa de oreja a oreja. No era para nada una sonrisa amable, era todo menos eso. Taylor la fulminó con la mirada, pero terminó asintiendo.

Ella caminó hacía nosotros con paso arrogante, como si no fuéramos rivales para ella sola. Estiró su mano para jalarme como si fuera tan tonta como para ir sin luchar, pero Lucas se interpuso entre las 2 y ella lo tiró al suelo haciendo que gimiera de dolor.

-No le harás nada.- escupió Lucas. Megan puso su mano en mi cuello y comenzó a asfixiarme. Todo empezó a dar vueltas, probablemente por la falta de aire.

-¿Apostamos?- bufó ella. Me miró con los ojos como platos al ver mi expresión.- ¿Cuánto más aguatará sin aire?

-Sobre mi cadáver.- la amenazó. Ya habían sido varias ocasiones, en las que había visto enojado a Lucas, pero aún así seguía poniéndome los pelos de punta. Su respiración se oía forzada, y sus movimientos eran repentinamente cansados.

-No olvides que tú lo pediste.- le dijo Taylor.

Corrió hacía Lucas y arremetió contra el, lanzándolo a la fuente haciendo que se rompiera y el ángel se quedara sin un ala y sin su arpa. Cayó al agua y nos salpicó a todos, arruinando mi vestido y maquillaje. Ellos comenzaron a pelear, parecían dos feroces leones peleando cuerpo a cuerpo. Me preguntaba por que mi novio no utilizaba nada de sus habilidades para defenderse, pero caí en cuenta de que tan cansado no podría hacer nada.

-¿Divertida?- preguntó Megan. Oí un chasquido, que identifiqué como sus colmillos. Sus ojos estaban tan oscuros que casi eran negros, y su piel estaba realmente pálida, parecía que con solo tocarla se rompería.- No sabes cuanto tiempo he esperado por esto.

-¿Por qué? ¿La hora en que yo misma te mate?- le gruñí. Hizo mueca como de tener miedo, pero explotó en risas.- ¿Te ríes de los nervios, estúpida?

-Mándale saludos a tu hermano, fue un placer verlo hace 2 semanas.- se burló ella. Sentí como la sangre se helaba en mis venas y me encendía. Sentía fuego y hielo correr por mis venas al mismo tiempo. Eso solo podía ser llamado odio; en su más pura y vital forma.

-Mán—da—se-los—tú. Pron—to—lo—ve—rás.-escupí entre dientes.

Hizo presión en mi cuello y sentí sus uñas clavadas en mi garganta, ejerciendo tanta presión que debería estar ahogándome o lloriqueando que me soltara, pero no. Me habían echado a perder mi primera fiesta en Raleigh, me habían atacado en el hospital y en la fiesta de la fogata, y ahora, justo ahora, habían arruinado uno de mis mejores momentos y estaban atacando a MI novio.

Megan me elevó un poco, cortando totalmente mi suministro de oxígeno, para después dejarme caer. Luché para respirar, pero antes de lograr hacer nada, me dio una fuerte patada en el estómago con la punta de su zapato, haciendo que casi vomitara todo y que aullara del dolor. Brincó hacía mí, pero logré rodar hacía un lado. Lanzó un fuerte y agudo grito que casi me hizo pensar que se le debía estar desgarrando la garganta.

Intentó darme un golpe con el puño, pero me incorporé y alcancé a saltar a un lado, mientras su puño golpeaba el suelo y rompía el piso. Traté de correr hacía Lucas, para ayudarlo, pero Megan me tomó del cabello y me jaló hacía ella. Me quité el zapato y se lo lancé a la cara, el cual dio en el blanco e hizo que me soltara.

Corrí hacía Lucas y arremetí contra Taylor, alejándolo de él. Puse mis manos en sus mejillas y elevé un poco su rostro. Puso sus manos en mis hombros y se puso de pie delante de mí; ya se veía con más fuerza.

-Tu amor por tu noviecita hace que te desconcentres y te vuelvas mas débil, Lucas.- nos dijo Taylor, con esa macaba sonrisa que me asqueaba.

-Es tan divertido ver como la tontita llora por que piensa que me mataremos.- rió Megan. Esa confesión hizo que algo dentro de mí estallara, queriendo arrancarle la sonrisa de su rostro.- No sabes lo patética que es lloriqueando por ti, mientras tu le guardas tantos secretos y le dices tantas mentiras.

-¿De qué habla?-chillé.- ¿De que mentiras está hablando?

Lucas tragó saliva y me miró a los ojos.- Dest, no le creas. Quiere que dudes de mí para debilitarnos. - me dijo con la cabeza baja, pero algo en su expresión me hizo dudar de sus palabras. Estaba todo golpeado y sangraba por la boca y por la nariz.

Caminaron hacía nosotros, con paso amenazante. Yo sabía que, si decidían volver a pelear, no lo soportaríamos. Estábamos muy cansados mientras ellos parecían frescos y descansados. Nos escrutaron con la mirada, como un cazador que estudia con detenimiento a su presa.

-Háganme lo que quieran a mí.- les dije. Lucas tensó su brazo que estaba alrededor de mi cintura mientras intentaba liberarme.- Pero a el déjenlo en paz.

-Que tierna. ¿Harías cualquier cosa por el, verdad?- preguntó Megan actuando como si de verdad le hiciera sentir algo. Asentí a regañadientes y me separé de Lucas.

-Solo déjenme despedirme.-les pedí. Ellos se quedaron serios, pero un brillo de burla brillaba en sus ojos.

Pegué mi frente con la de Lucas mientras mis manos descansaban en sus mejillas y miraba al suelo. Sus manos se cerraron en torno a mis muñecas, como grilletes, tan fuerte que dolía.

-No te voy a dejar.- susurró. Se me hizo un nudo en la garganta pero sacudí mi cabeza.- Dest, prometí cuidarte, y eso haré. No vas a salir de este lugar con ellos. Saldrás conmigo sana y salva.

-¿Cómo hago si quiero crear un escudo o algo?- pregunté ignorando sus palabras. Me dirigió una mirada escéptica.- Lucas, por favor, te ruego que me lo digas.

-Debes concentrarte en ello con todas tus fuerzas, y creer que es real. Pero no lo has hecho nunca y necesitas muchísimas fuerzas.- me susurró con sus manos igual de fuertes.

-Confía en mí.- le pedí. Acaricié su mejilla y me acerqué mis labios a su oído.- Te quiero.

Besé su mejilla y logré liberarme ya que mis palabras lo dejaron helado. Caminé hacía Megan y esta me jaló del cabello. Sonrió y acercó sus colmillos a mi cuello bruscamente. La ira se hizo su lugar dentro de mí, viendo su expresión triunfante y su sonrisa descarada. Abrió la boca y sus dientes rozaron la piel de mi garganta.

-¡Ahora!- le grité a Lucas.

2 comentarios:

  1. waaa!!!
    interesantee!!!
    malditos taylor y megan ¬¬

    ily!!
    girly

    ResponderEliminar
  2. hey ta lindo y q mal q les arruine la fiesta q estupidos son taylor y megan....weno cuidate muxo y q chevere q ya mismo sea tu cumple

    ResponderEliminar